15 de abril de 2008

Amparo Grisales

No sería políticamente correcto presentar a la única diva colombiana por una sencilla razón: ¿quién no la conoce?

Por: amparo grisales
| Foto: amparo grisales

Bastaría decir que ella, aparte de sus cualidades físicas —que saltan a la vista—, fue la portada de la revista SoHo que más ejemplares vendió en su historia y que su carrera como actriz es tan sobresaliente como talentosa. Prueba de ello es la segunda temporada de la comedia picaresca No seré feliz pero tengo marido, que actualmente se está presentando en el teatro La Castellana de Bogotá. Y no se trata de una función cualquiera. ¿Necesita razones para ir a verla?

La obra, original de la escritora Viviana Gómez Torpe, ha tenido adaptaciones con diferentes actrices en países como Venezuela, Brasil y Argentina (donde está en función permanente desde hace ya ocho años), y ella ha dicho que el mejor montaje es el realizado por la misma Amparo. Como si fuera poco, el Teatro Nacional le entregó una placa por completar 100 funciones en el país y ha sido vista por más de 150.000 espectadores. Pero si esto aún no lo convence, es bueno añadir que se trata de un one woman show donde Amparo (dirigida por el dramaturgo uruguayo Mario Morgan y producida por su hermana Patricia), completamente sola, recrea un monólogo sobre una mujer que lleva 20 años de matrimonio y cuenta su experiencia, que termina siendo una declaración sobre las quejas que tienen las casadas acerca de sus maridos, usando el humor y la sensualidad. Súmele el despliegue de luces y una escenografía impresionante que pueden ser un pretexto más para verla de nuevo.

Bien vale la pena ir a admirarla en todo su esplendor.