15 de julio de 2005

Aquí se toma tequila

El sitio no tiene discusión: vaya a la fija en el Museo del Tequila, recién remodelado, con amplia terraza, carta en la que cabe todo México y el mejor tequila que se consigue en Bogotá. Si así fueran todos los museos.

¿Ha oído el bolero Quizás, quizás, quizás? La versión de Nat King Cole es la más conocida. Con ese acento de gringo pidiendo arepa e' huevo en el Muelle de los Pegasos canta: "Siempre que te pregunto que cómo, cuándo y dónde, tu siempre me respondes quizás, quizás, quizás". Po r fin la mujer que le gusta ha terminado con su novio. Una vez superado este problema todo parece sencillo. El gusto es mutuo, de eso tiene pruebas, pero nada. Se resiste y no entiende por qué sonríe más en el ascensor y hasta le deja notas, si a la pregunta fundamental siempre responde quizás. Después de mucho insistir -de hecho la última, usted está agotado- la mujer dice bueno, vamos a comer el viernes. ¿A dónde ir? La cosa tiene que tener una combinación equilibrada, un sitio donde pueda mezclar comida y tragos sin nada de esos exotismos que solo sirven para enredar. Saliendo de la oficina se ilumina: ir al Museo del Tequila (se acuerda de algunas de las propiedades del tequila que están anotadas en la carta: "Quita la angustia, aligera los caminos, suelta la lengua, acorta las esperanzas". Y la más importante: "Fomenta las relaciones románticas"). Lo menciona como una opción más y ella acepta . Tiene la suerte de quedar en una de las mesas de la terraza del tercer piso. Les pasan las cartas. Primera razón para confirmar que su elección fue la indicada: incluyen fotos de los platos, una bendición porque son muchos, más de veinticinco, casi uno por cada estado de México.
Ella se decide por las puntas del museo (puntas de filete de lomo flameadas en tequila y acompañadas de flor de Jamaica). Su elección lo enamora aún más. Ya sabe que no teme arriesgarse. Usted se va por un róbalo al chipotle. De entrada los dos coinciden en pedir una botana mexicana (taquitos de pollo y carne con quesadillas y fríjoles refritos). Cuando acaban de comer ya tienen encima tres tequilas Campo Azul tomados con sangrita, y ella le habla de su infancia, de cuando jugaba en una finca con su hermana y una prima a la nave espacial subida en un árbol. Después le confiesa algo avergonzada que le gustan las canciones muy tristes. Nada que hacer, es la mujer que usted ha estado esperando. No más quizás, quizás, quizás. Viene un cuarto tequila y la promesa de un beso y un sí.

MUSEO DEL TEQUILA
Cra. 13A # 86A-18 Tel: 2566614
PUNTAS DEL MUSEO:
$21.900
RÓBALO AL CHIPOTLE:
$21.300
BOTANA MEXICANA PARA DOS: $13.900
COCTEL FLOR DE JAMAICA: $12.100