10 de noviembre de 2003

Borrachera a las finas hierbas

Qué es y dónde se puede probar la absenta, el trago más controvertido de la historia. ¿Veneno, alcohol, alucinógeno? Aprenda cómo sobrevivir al licor prohibido.

Por: SoHo
La absenta en SoHo.

Absenta. Muchos no saben ni de qué está hecho este licor, pero la palabra denota inmediatamente un ambiente sórdido, lleno de artistas 'a medio palo' entrando a la Vieja Casa de la Absenta en Bourbon Street, la calle más famosa de Nueva Orleans, donde el licor se consolidó como una de las bebidas más populares, aunque primero fue conocido en Francia como La Fée Verte (el hada verde), por su color verdoso.
Se trata de un licor hecho a base de varias hierbas: anís, orozuz o regaliz, hisopo (de la familia de la menta), verónica, hinojo, angélica, toronjil y ajenjo. Aunque el sabor del anís y del orozuz tienden a predominar, se dice que su ingrediente más activo es el ajenjo (una hierba que crece salvaje en Europa y que ha sido cultivada en Estados Unidos). Pero la verdad es que gran parte de su efecto legendario se debe al alto contenido de alcohol, que es en promedio de 60 por ciento y puede alcanzar hasta 75 por ciento, así como a la combinación exacta de cada una de las hierbas.
Generalmente, la absenta es servida con agua, hielo y un cubo de azúcar (usualmente tres medidas de agua por una de absenta), para neutralizar un poco el amargo del ajenjo. El contacto del agua y el licor genera una reacción química en la que los aceites esenciales de las hierbas se precipitan y hacen que el trago se ponga lechoso (el famoso efecto louche o turbio). Bien sabido es que la absenta fue uno de los licores preferidos de famosos como Victor Hugo, Lautrec, Baudelaire, Van Gogh, Paul Verlaine, Alfred Jarry y Oscar Wilde, y que fue el trago por excelencia de la bohemia, a pesar de haber sido prohibido en 1912, pues para esa época ya había varios que sufrían de un tipo de alcoholismo catalogado como 'absentismo', generado por una sustancia tóxica presente en el licor (las betatuyonas). Después de la prohibición surgieron varias imitaciones, de las cuales la más famosa es el Pernod, que era originalmente la más prestigiosa marca de absenta, aunque es más un licor de anís que otra cosa. En Nueva Orleans, el sustituto fue Herbsaint.
Toda una controversia gira desde entonces alrededor de la absenta, pues su consumo ha estado asociado con ataques de locura, pensamientos suicidas y serios daños del hígado. Muchos creen que la absenta fue prohibida injustamente gracias a algunos destiladores inescrupulosos que le añadían químicos tóxicos para exagerar el color verdoso y también el efecto louche, y afirman que es imposible envenenarse con la baja cantidad de betatuyonas que contiene una copa de absenta bien elaborada, pues uno tendría que tomar una cantidad tal, que se moriría primero de intoxicación con el alcohol.
Según los expertos, la absenta produce claridad de pensamiento y de visión, además de los efectos normales de los demás licores. Como quien dice, es como emborrachar una traba. Pero la absenta es como el martini y las tetas: uno es muy poquito y tres son demasiado. Más de tres sólo generan una borrachera muy fuerte. No se llega a ningún estado psicodélico ni nada por el estilo. Si usted quiere saber qué sentían los absentistas, el licor aún se puede tomar en los bares y cafés de muchos países europeos, aunque algunas de las marcas disponibles no son muy buenas. Los conocedores recomiendan las marcas españolas como Deva y Mari Mayans y muchos aseguran que la mejor absenta del mundo es la suiza La Bleue, aunque continúa prohibida en ese país.
¿Cuál es el cuento?
El ajenjo se utilizó como hierba medicinal desde la Edad Media para curar anginas y mordeduras de ratas, y para matar parásitos intestinales. A finales del siglo XVIII se convirtió en una bebida de moda, gracias a un francés de nombre Dr. Ordinaire, que lo mezcló con otras hierbas para neutralizar el amargo. Sin embargo, el más famoso de los destiladores de absenta fue Henri-Loius Pernod, que le compró la fórmula. Es una de las hierbas que se usa en la elaboración del vermut, que viene del alemán wermut (ajenjo). El problema radica en la sustancia tóxica conocida como betatuyonas y su prohibición es culpa de los 'chocolocos' que toman aceite de ajenjo puro buscando una 'traba' que solo les genera convulsiones y daños en el hígado por la gran cantidad de betatuyonas que tiene el ajenjo puro.