4 de septiembre de 2015

Dato curioso

Humanos, el problema de los carros de Google

Desde que salió a las calles del mundo el primer carro inteligente de Google sin conductor (robot), en 2009, se han registrado en total 16 accidentes, y todos han sido culpa de los carros con conductores. ¿Qué es lo que pasa?


Desde que salió el primer carro inteligente de Google sin conductor, en 2009, se han registrado en total 16 accidentes, y todos han sido culpa de los seres humanos, es decir, de los carros con conductores.


Parece increíble, pero los humanos son un peligro para los carros sin conductor de Google, programados para cumplir la ley al pie de la letra. Y ese es precisamente el punto, que la gente no cumple con las reglas de tránsito, por eso es que usted no ha visto ni un solo carro inteligente de esos en Colombia, la empresa quizá no se quiere arriesgar, por si tenía la duda.


Por poner solo un ejemplo: uno de los vehículos de Google no pudo pasar un cruce con un PARE porque sus sensores seguían esperando que los otros conductores (humanos) lo dejaran pasar. Los conductores humanos seguían avanzando uno detrás de otro, sin darle paso al robot de cuatro ruedas de Google.

“El verdadero problema es que el carro de Google es demasiado seguro”, explica Donald Norman, director del Laboratorio de Diseño de la Universidad de California que estudia vehículos autónomos. “Tendrían que aprender a ser agresivos moderadamente, y esa medida depende de la cultura”.

No hemos llegado al futuro cibernético de las calles atestadas de carros que se manejan solos, mucho menos en Bogotá donde lo que más se ve son bicitaxis y todos, claramente, con conductores humanos. Sin embargo, en el mundo ya se han empezado a hacer pruebas de carros robots con humanos en las vías. De hecho Uber está trabajando en la tecnología de carros que se conducen solos, y Google seguirá haciendo pruebas de sus carros en Austin, Texas.


Pero no todo es una maravilla con los carros de Google, pues la experiencia de montar en ellos no es la mejor: se mete en trancones innecesarios por tomar la decisión correcta; sus sensores pitan todo el tiempo por aproximaciones de otros carros, de cebras, de pasos peatonales, por velocidades más altas que las permitidas de otros carros y, además, toma decisiones exageradas, como pasarse a otro carril o moverse por calcular un “posible” choque cuando no es tal, solo un humano que frenó muy encima del semáforo en rojo. 

Habrá que esperar entonces o a que los humanos aprendan a respetar las normas de tránsito o a que los carros inteligentes dejen de ser tan videosos y exagerados para acomodarse a nuestra especie.



*Con información de elpais.com

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