7 de diciembre de 2009

Día 10: Villeta- Tocaima- Bogotá

Nuestro regreso con algo de lluvia, con una súper moto y con muchas ganas de repetir.

Al regreso nuestro punto de partida fue Villeta, un pueblo que queda a una hora de Bogotá. Allí el clima es perfecto, la gente es muy amable y hay muchos lugares para conocer. Es un pueblo que se caracteriza por su producción papelera y de caña. Salimos del hotel “El Respiro”, cuyo nombre anuncia lo que el sitio ofrece. Al estar allá nos desconectamos de todo y pudimos recargar fuerzas para continuar con nuestra travesía. A medio día Cogimos la vía a Facatativa, a unos 60 Km de Villeta, y seguimos hasta el desvío para coger la vía de La Mesa. Ya eran las 3 p.m. y nuevamente nos llovió en el alto. Decidimos no hacer caso y seguir bajo la lluvia porque hace parte de esta aventura. El aguacero estuvo eterno, duró casi toda la bajada por lo que no pudimos andar muy rápido. Por fin llegamos a Tocaima, pero no sabíamos en dónde estaba el grupo del ECO-PASEO HONDA. Como buenos colombianos le preguntamos a medio pueblo, pero nadie nos pudo dar razón. El hambre nos atacaba hasta que nos llamó una señor del grupo y nos dio las indicaciones para llegar al lugar en el que pudimos comer y descansar. El plan estuvo perfecto, se los recomiendo. Pueden venir de levante, con la novia en plan romántico o en el típico paseo familiar. Nosotros no pudimos meternos a la piscina, pero de verdad que se veía buenísima, no lo piensen si les sale plan a Tocaima. Antes de irnos la gente empezó a mirar la TWISTER. Estaban sorprendidos porque era la única del sector así que hicieron muchas preguntas que espero haber respondido bien, como todo un experto en motos. Yo estoy feliz con mi compañera de viaje, esta moto ha sido una buena aliada, se ha portado al pelo y enserio espero poder comprarme una. Nuestra aventura siguió. A las 4 p.m., el encargado del grupo hizo un llamado para que nos alistáramos. Yo acababa de almorzar y tenia un foco terrible pero ni modo, el deber llamaba: “súbase a la moto y hágale”. Llegando a La Mesa paramos en una bomba de gasolina en la que parecía que nunca terminarían de llegar las motos, eran 62 en total y aunque parezca increíble todas eran marca HONDA. El atardecer fue, sin ninguna duda, uno de los mas chéveres que haya visto en mi vida. La escena era la siguiente: el sol anaranjado cayendo en la montaña mientras yo estaba montado en una súper moto en clima caliente y con un parche de 60 motociclistas ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Este moto paseo fue un éxito rotundo. Me impresionó el orden, la claridad de la ruta y la organización de todo. FELICITACIONES HONDA por este buen plan... ¡ Me apunto para repetirlo!.