14 de enero de 2009

Confesiones de Aura Cristina Geithner

En buena hora editorial Planeta convenció a la gran diva Aura Cristina Geithner para que despojara su alma de los afeites propios de su profesión y nos la mostrara como apareció en estas páginas hace algún tiempo: desnuda. Imagino que detrás del título tan original, Confesiones, hubo un arduo proceso de toma de decisiones en el que participaron la editorial, la poeta, su hermano John, Harry Jr., Catherine, el "pájaro pinto" que le enseñó a la poeta "que la poesía es de color naranja", así como otras personas que no aparecen en la prolija lista de agradecimientos que encabeza el libro.

Leer la solapa donde ella expone con humildad su periplo vital nos prepara para entrar a una obra que bebe de una variopinta tradición literaria: la poeta reconoce la influencia de "Hermann Hesse, Hemingway, Henry Miller, Anaïs Nin y otros que se encontraban escondidos dentro de mis cajones y almohadones". Y no tenemos más que darle la razón sobre la influencia de Hesse cuando leemos: Fue un otoño adormecido de invierno/ cuando tu umbroso halo/ cayó en mí. La voz de Henry Miller, espíritu libre como el de la autora, se oye en múltiples versos de erotismo contenido, como ese que dice con elegancia: Mojada por tu sudor de noche/ saboreo de tu cáliz/ y peino lentamente, suavemente/ ese bucle tuyo/ enfermo de amor. Y es aún más recia la voz de Miller en el que es quizá el poema más impactante de Confesiones: Morbosa tu voz/ cuando el reloj se atreve a mirarme/ desnuda/ con encajes/ sin ellos.../ Morboso tú, yo/ morboso arriba, abajo/ mi inspiración.

En una muestra de versatilidad con escasos precedentes en la tradición poética castellana, la que es tigresa entre las sábanas se transforma en una colegiala de falda a cuadros que va salticando por la acera del barrio con sus cuadernos pegados a su pecho, cuadernos donde pudo haber escrito versos tan tiernos y profundos como estos: Hoy vi la luz/ Hoy te vi/ hoy. Muchas mujeres habitan en esta poeta de variados matices y múltiples voces. Sea esta muestra apenas una invitación para que los lectores de SoHo corran a la librería más cercana y adquieran este libro imperdible .