17 de noviembre de 2009

El café artístico

Visitar una colección de arte, aprender a pintar, tomarse un café y comer bien, todo al tiempo, no era posible. Ahora en Coffee Art lo puede hacer, sin preocuparse por cuánto se va a demorar o cuánto le va a costar.

Hace tres meses, Ana María y Marcela, amigas de la infancia, inauguraron Coffee Art con la idea de acercar el arte a la vida cotidiana. No se contentaron con hacer solo una galería o un café. Fusionaron varios ambientes para dar la sensación de comodidad y sencillez que solo el arte puede ofrecer, y lo lograron. La inspiración del colorido, sin sombras y dibujos planos, viene del pintor brasileño Romero Britto. Por eso las mesas de vidrio llenas de estrellas, corazones, árboles y animales la invitan a pasarla bien y a despreocuparse.

La galería de arte funciona como el escenario perfecto para los artistas locales, pues cada dos meses renuevan las colecciones. Además de tomarse un buen capuchino, se puede ir con un cuadro para su casa.

Justo al lado del café, está el taller de pintura, que además usted puede alquilar para showers, piñatas, despedidas de solteras, mejor dicho, lo que quiera. Si quedó matada con los mugs, bandejas y cosas para la casa que están en las repisas del café, puede hacerlas usted misma tomando los cursos de pintura o las horas de pintura libre. Puede pintar en las mesas, en la terraza, en el taller, donde le parezca.

En Coffee Art hornean el pan, preparan el café, hacen las ensaladas y cocinan los sándwiches. Los precios oscilan entre 12.000 y 16.000 pesos. Platos como la tabla Picasso son ideales para reuniones porque tienen de todo para todos los gustos: queso gouda, emmental, mozzarella, chedar, jamón serrano, salami y tajadas de pan. Seguro queda como una reina.