22 de julio de 2009

Imposible no comprarlo

El Crankcase, como todo lo de Oakley, no se limita a aguantar cualquier cosa sino que además se ve bien, muy bien.

A mediados de los años setenta nació Oakley produciendo manubrios para motos; diez años después se dio a conocer gracias al ganador del Tour de France Greg LeMond, pero ya no por unos manubrios sino por unas gafas oscuras que no se escurrían de la cara a pesar del sudor. ¿Cómo pasa uno de hacer manubrios a hacer gafas de sol? Pues gracias al 'Unobtainium' (de la palabra inglesa unobtainable, imposible de conseguir) que es el invento con marca registrada de la compañía: un caucho sintético "hidrofílico" (atrae el agua) que aumenta el agarre cuando está mojado, o sudado. Ahora que Oakley entró en el mundo de los relojes usa el 'Unobtainium' para hacer las correas de los mismos, como la del Crankcase de Oakley que es ergonómica y comodísima. Bueno, y el resto del reloj no se queda atrás, solo mire las especificaciones.