3 de febrero de 2005

Indestructible

El detonator, de Oakley, está hecho para soportarlo todo: presión, velocidad, agua, golpes, viento. Pero lo más importante: está hecho para soportarlo a usted.

Es viernes de puente. Sale temprano de la oficina, se afloja el nudo de la corbata, acelera a fondo, pasa por sus cosas y se olvida de todo; solo quiere llegar a tiempo para alcanzar el vuelo e irse a bucear a las Islas del Rosario. O quizás no quiere perder un minuto de sol, llegar rápido a la finca y lanzarse en su bicicleta de montaña por las pendientes más empinadas. escalar, hacer parapente, windsurf, esquiar o jugar golf.
Usted se le mide a los deportes acuáticos, terrestres o aéreos. A todos. Es un amante de las sensaciones fuertes, de la velocidad, del vértigo y, sobre todo, de la vida. Sin embargo, sabe que por más desconectado y alejado que esté de la realidad necesita cronometrar un salto, un descenso, un ascenso o una carrera. Pensando en eso, Oakley, además de sus reconocidas gafas de sol, zapatos, sandalias, morrales, camisetas y otros accesorios y prendas de vestir, diseñó un reloj perfecto para sus necesidades: el Oakley Detonator.
El reloj cuenta con un mecanismo de cuarzo de alta precisión capaz de medir intervalos de 1/5 de segundo al cronometrar tiempos totales, parciales, acumulados y tiempos de dos competidores. Su pulsera, fundida con la carcasa de acero inoxidable, tiene un diseño escultural. Y alarma, y su propia sub-esfera, cristal mineral con recubrimiento antirreflejo, una corona de sellado doble para resistir altas presiones de hasta 100 metros bajo el agua.