17 de noviembre de 2005

Javier a los 13

Cuando en inmigración del aeropuerto El Dorado de Bogotá le pidieron visa, Javier García contestó: "Solo tengo Mastercard". No le sirvió el chiste, ser hijo de madre irlandesa y padre cubano, haber nacido en Madrid, haberse criado allá, en Irlanda y La Florida, ni sentirse por todo eso un ciudadano del mundo. El funcionario del DAS no se rió. Le negó la entrada y tuvo que irse a Costa Rica, sacar visa y volver. El esfuerzo valió la pena: quedó maravillado con el país y hasta compuso, inspirado en ese incidente, una canción. Así es este tipo. Saca lo mejor de cada situación, nutre su creatividad de los cambios bruscos y los plasma en una música alegre y llena de energía. El número 13 lo persigue, pero prefiere pensar que es de buena suerte y no un mal augurio. A los 13 años le regalaron su primera guitarra, a los 13 fue internado en un colegio irlandés y allá, en medio del frío y el tedio, empezó a componer. Un día 13 firmó contrato con una disquera, 13 se llama su más reciente disco y 13 las canciones que tiene. Con su nuevo álbum del sello Surco-Universal, coproducido por Gustavo Santaolalla y con la participación del legendario trompetista Arturo Sandoval y el baterista de Paul MaCartney, Abe Laboriel, mezcla son cubano, funk, rap, hip hop, bossa nova, jazz y ska y demuestra con ese rock trasatlántico, como lo llama, que si bien él necesita visa para entrar a un país su música está más allá de las fronteras y es libre de llegar a donde quiera. Solo métase a su página de internet www.javiergarcia.net o pásese por una tienda de discos para comprobarlo.