@LaPalabraSeca es el Twittero del mes de abril

Premio Yoko Ono a toda una viuda.

Lo paradójico en mi cara es que no como mejillones.

Bogotá tendrá movilidad cuando se imponga el ‘tía sin carro’.

No hay nada más feo que ver a un recreacionista comiendo detrás de un bafle.

Esos que odian el fútbol seguro nunca han pateado un french poodle que viene a media altura.

Sufro mal de anchura.

Yo entiendo que a la gente le cause rechazo verme dormir con los ojos abiertos, pero mi jefe claramente exagera el asunto.

Soy el alma de la siesta.

Me enamoro en un coger y soltar de nalgas.

El matrimonio llega cuando uno se cansa de armar planes y sanduchitos.

Si hay algo que sentenció mi vida al perpetuo aburrimiento es nunca haber conocido personalmente a alguien de apellido Piernagorda.

Hay gente que cree leer esto en Facebook: “Su éxito se ha actualizado con estatus”.

Engordar es pan comido y viceversa.

Hay un trozo de juventud que se nos escapa cuando dominamos Microsoft Office Excel.

Mi mamá fue Señorita Caldos.

Qué sería de mis mentiras sin el primo de mi amigo o el amigo de mi primo.

Donde ellas ven un problema, nosotros vemos arroz con atún.

Hoy fue un día como cualquier orto.

El acné es un problema que afecta de frente a los quinceañeros.

Conserve su distancia, cara larga.

El televisor es la caja de compensación familiar por excelencia.

El matrimonio es una feliz coincidencia entre el Síndrome de Down y el de Estocolmo.

No crea, hasta la estupidez tiene su ciencia: la cienciología.

Uno no tiene amigos gays hasta que se pone a preguntar maricadas.

Trabajo sí hay, lo que no hay es una forma digna de cargar un sobre manila.

Iba a ir a Shakira pero no me alcanza para lo boleta.