16 de diciembre de 2005

Llegó la hora de la paz

La tercera versión del reloj Colombia va muy bien con el espíritu navideño, la muy reciente ola de patriotismo y el eterno deseo de paz. Un reloj para que haga la paz y no la guerra.

El protagonista de Full Metal Jacket, la clásica película en la que Stanley Kubrick recreó la guerra de Vietnam, lleva, justo sobre la frente y escrito en su casco, una leyenda que reza: Born to kill (nacido para matar). Es como un estigma, como el sello de aquello para lo que fue entrenado y enviado a la guerra. Pese al lavado de cerebro por el que pasó (lo hacían rezarle a su fusil e incluso bautizarlo), el hombre entiende que vida y muerte, Eros y Tánatos, como los llamaría Freud, son parte de su naturaleza y como un acto de rebeldía y para tener siempre conciencia de que la guerra antes que tener por fin la perpetuación de sí misma debe buscar la paz, lleva también, justo sobre su corazón, un pin con el emblema de la paz que hicieron famoso los hippies de los años 60.
La tercera versión del Reloj Colombia es como ese pin. Lleva en el tablero el mismo símbolo y tiene como propósito ser una especie de brújula del comportamiento de quien lo usa y una forma de manifestar ese deseo de paz como una actitud. Y la cosa tiene sentido. Es llevar ese símbolo en el pulso, el otro lugar en el que se miden las palpitaciones del corazón, y en un objeto que rige la vida con el eterno compás del segundero. Cada vez que uno vaya a mirar la hora, el signo le estará recordando que, ya sean las 3, 4 o 5 de la mañana, siempre es hora de hacer la paz y no la guerra.
El reloj no se queda en un mero simbolismo. Al adquirir uno de los tres mil ejemplares que lanzó la marca Ravel en edición limitada, está contribuyendo al programa Sembrar Futuro que, en conjunto con la Fundación Colombia Herida, les está asegurando educación a más de cien soldados del Batallón Sanidad del Ejército y de la Armada Nacional para que al dejar la milicia regresen al campo con las herramientas necesarias en tecnología y otros conocimientos que les permitan crear con éxito sus propias microempresas.
Para seguir con el mismo patriotismo de las versiones anteriores (la primera exaltaba el amor a la patria y la segunda era un homenaje a la vida), el reloj de la paz lleva en sus manecillas el tricolor de la bandera: el horario es amarillo, el minutero azul y el segundero rojo. Este es definitivamente un reloj que todos deberíamos usar, sea por su calidad y diseño, por contribuir a la educación de los soldados o solo por estar a la moda.