12 de diciembre de 2006

Lo que Cousteau nunca tuvo

Si usted está cercano al mundo acuático y necesita un compañero fiel, funcional, ideal para la inmersión, el Seamaster Planet Ocean Chronograph es lo que usted necesita. ¿Ya lo conoce?

Más de medio siglo explorando el océano, innumerables

libros y documentales, condecoraciones y cargos honorarios por doquier y hasta premios Óscar. El científico francés logró mucho en esta vida, pero con un cronógrafo Omega Seamaster Planet Ocean en su muñeca, su hoja de vida habría sido más larga y prolífica.

Ya en 2005, el Planet Ocean había llamado la atención de todos, con su estilo duro y funcional; ahora, este nuevo modelo supera todas las exigencias de un reloj profesional de inmersión. De segunda generación, incorpora un excepcional mecanismo de cronógrafo de rueda de pilares.

El fondo atornillado, el bisel estriado, el brazalete de eslabones curvados y la profusa utilización de colores contrastados en la esfera son apenas algunas características que hacen que un conocedor de relojes sepa de inmediato que se trata de un Omega perteneciente a la familia Seamaster.

El Seamaster Planet Ocean Chronograph está disponible en tres versiones, dos de colores principales: con notas naranja en el bisel, números, pequeñas esferas y pulsadores o, más sobria, con bisel y pulsadores negros y detalles blancos en la esfera. Una tercera opción combina en la esfera detalles naranja y blancos, con bisel y pulsadores negros. Todas las versiones del cronógrafo Planet Ocean llevan una impresionante y robusta caja de 45,5 mm de diámetro, en acero noble pulido y cepillado.

Otras cualidades que lo distinguen como instrumento profesional de inmersión son la corona y el fondo atornillados, la válvula de escape de helio, el bisel giratorio unidireccional, estriado y con un punto luminoso y las agujas de gran visibilidad.

En el comienzo de su carrera, Jacques Cousteau diseñó un dispositivo para sumergirse hasta 350 metros en el mar. Con un aguante de hasta 600 metros bajo el agua, el Seamaster Planet Ocean Chronograph hubiera sido el compañero perfecto del francés. Él ya murió y dejó un legado. Usted vive y está por dejarle el suyo al mundo, ya sabe por dónde empezar.