17 de agosto de 2005

Los pecados de los cocteles

Por: Juan Manuel Moreno J.

En una edición tan "religiosa" como la anterior este título sonaría en contravía, pero lo verdaderamente sacrílego es la tortura a la que están expuestas las personas que se arriesgan a tomarse un coctelito en algunos sitios. Los cocteles nacieron por la necesidad de ocultar sabores o baja calidad de ciertos licores. Cuando teníamos menos de 18 eran supremamente útiles, porque con poca plata comprábamos uno de esos que hacen con siete tragos regularsongos y quedábamos listos. Los guayabos, claro, eran fatales y aún lo son, porque no olvidemos que en ocasiones esos cocteles incluyen "volkas" cundinamarskayas, "jinebras" más santafereñas que un chocolate, "brandiz" añejados a la orilla del río Bogotá (no confundir con el buen trabajo de Domecq y su Don Pedro) y "güiscachos" elaborados en las tierras altas de La Calera. Productos todos desarrollados para permitir que nuestros capitalistas dueños de restorán (como en Condorito) se enriquezcan con nuestra maluquera del día siguiente. Me causa grata impresión la campaña que lidera La W para que pidamos ver en la mesa la botella de la que nos están sirviendo, y así constatar la procedencia legal del trago y que la marca que solicitamos es la que estamos consumiendo. Pues deberíamos hacer lo mismo en el caso de los cocteles. A saber: qué vodka tiene un bloody Mary, qué ginebra le ponen a un gin tonic o qué tequila le ponen a un margarita. En Estados Unidos encontramos sitios en los cuales puede exigirse, si uno quiere, por ejemplo, un vodka martini con Skyy. Claro, seguirán existiendo cocteles como las guayas o los cabezas de jabalí, que se hacen con nuestros menjurjes nacionales por razones obvias de precio, pero cuando se trate de cocteles de cierto nivel, hagamos el ejercicio a ver qué pasa y pidamos unas marcas de buenos licores. Un trago de calidad, tomado con moderación, no da guayabo. Otra recomendación: trate de probar nuevas cosas, pruebe el lychee martini (hecho con Soho, un licor de esa fruta) o el hypnotic martini (de moda en Europa), cocteles hechos con licores novedosos y sabores exóticos. Si tiene una tarjeta Master Card pruebe la Visa, a lo mejor el servicio es mejor; si toma Sello Rojo pruebe el Ballantine's, capaz que le gusta más. y así con todo.
Les recomiendo algunos sitios para tomarse unos buenos cocteles en Bogotá: Pravda, en la zona T, creo que no hay otro igual (tiene el sello de don Leo) e Ícaro Café, que fue escogido por Eskpe de El Tiempo como el sitio de mejores cocteles de Bogotá (tiene un muy buen ambiente y es un sitio ideal para disfrutar de música de "plancha" los miércoles. si creen que soy un "ñero" pasen y miren el casting y me cuentan). Bueno, y en Cábala la nueva carta de cocteles la vamos a desarrollar con los licores holandeses Bols, para ver si algún día podemos darle la talla a Pravda e Ícaro. Si quieren alguna receta de cocteles, sobre todo martinis, mis preferidos, o los tropicales como el mojito y el margarita (no olviden el hypnotic martini o el lychee martini) me cuentan y se las envío por internet. También aplican aquellas con las que tengan duda. Por favor, díganme que les gustaría leer el próximo mes: ¿vinos, cocina, cocteles?. lo que quieran. Con confianza.

Nos vemos en Cábala, en la carrera 13 # 93A-09 Teléfonos 2579338 y 6163586

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