23 de septiembre de 2010

Nombres poco serios

Por: Antonio García
| Foto: Antonio García

Algunos nombres no son serios, o parecen no querer serlo. Por ejemplo, hay una propaganda en radio toda alarmista que dice "Seis de cada diez personas padecen o han padecido algún grado de hemorroides". Cosa que en un grupo de diez personas, por ejemplo una junta de copropietarios o una reunión de trabajo, genera miradas sospechosas entre todos. El producto se llama Anuice. Suena "anuáis" y tiene una cómica resonancia con "ano", justamente el área donde se aplica dicho producto. La cuña radial genera las mismas ganas estúpidas que tuvieron como motivo a Kaká y Elano durante el Mundial de Sudáfrica. A propósito, cuando yo era niño vino el Kool-Aid a competir con el Zum, el Tang y el Fresco Royal. A todo el mundo le sonaba "culéi" en la locución que se hacía en la tele. La gente se reía y repetía la cancioncita, pues en el comercial de televisión decían "Culéi, culéi" mil veces. Para mí que era propaganda subliminal.

Tengo o tuve problemas con los nombres de algunos productos. Por ejemplo, nunca me gustó el Cal-C-Tose, a pesar de que su eslogan era "¡Cal-C-Tose sabe rico!". Habiendo nombres sugerentes como Frescavena y Chocolisto, a mí Cal-C-Tose me sonaba a compuesto químico radioactivo o a alguien que tiene tos: Calcé está tosiendo = Cal-C-Tose. Hay unas vitaminas cuyo nombre suena como forma apocopada del modo imperativo, enunciado afirmativo en segunda persona correspondiente al voseo dialectal americano: Caltrate. "No te preocupés y caltrate, si no te caltrás, no te vas a mejorar. Entonces hacé caso: caltrate". ¿Todavía existe el Merthiolate, un antiséptico a base de mercurio que ardía más que el alcohol, el sampic, el diablo rojo y el tiner (juntos)

, a mí me sonaba igual que Caltrate. En otros casos, la gente adopta traducciones literales: acá no hay "Liváis", ni "Éiyax" ni "Cólgueit". Acá hay Levis, Ajax y Colgate. Esta última es otro ejemplo de modo imperativo voseado, con la diferencia de que colgarse es algo concreto, no como caltrarse o merthiolarse.

Un gran problema para los escritores colombianos contemporáneos es la palabra ‘TransMilenio‘. Por ejemplo, la frase "Ricardo insertó su tarjeta en la estación y se subió a un TransMilenio", leída por un mexicano, puede sonar a ciencia ficción: "¿Se subió a un TransMilenio y viajó en el tiempo?", "¿llegó a otro planeta, ubicado en la galaxia de Andrómeda?". No, querido lector extranjero: se trata de un pinche bus con nombre pretencioso y aparatoso. Entonces, a menos que uno esté escribiendo para el público local, debe ponerse a explicarlo. ¿Por qué no se les ocurrió Metrobús o un nombre que tradujera lo que en realidad es? Claro que peor les va a quienes quieran meterse con las resonancias eróticas que produce el sistema de transporte caleño: "Amanda se subió al Mío y no hizo más que sudar y sacudirse, al final, exhausta, se bajó y se vino". El verdadero reto, sin embargo, es poder escribir TransMilenio sin agüero y que quede bien puesto.

Mi esposa tiene una foto de una niña que se llama Isadora. Sus padres se llaman Isaac y Dora. Esa era la excepción, un bautismo lleno de poesía. Pero después vino uno de los inventos más culos de la historia de la frivolidad y el cubrimiento de farándula: las parejas con nombre compuesto. Creo que los primeros fueron Ben Affleck y Jennifer López cuando devinieron Beniffer, precursores de que Brad Pitt y Angelina Jolie fueran Brangelina y que George Clooney y Elisabetta Canalis ahora sean Cloonalis. En nuestro país la modita llegó con los Fontacher. ¿Esta abreviatura habrá surgido, en las redacciones del jet-set, por pereza de escribir los dos nombres

, ¿o eran ganas de condensar, en una sola entidad, dos supuestas almas gemelas? No sé, pero a mí me suena terrible. Menos mal que ya se separaron Miguel Varoni y Patricia Ércole, porque su nombre conjunto sería Miércole. Les voy a decir a algunas parejas de amigos como Úrsula y Marcelo, , María y el gordo Moncada, Esperanza y Pinilla, Gonzalo y la Tata Urrea, y a Hernán y Sonia que se abstengan de ingresar a la farándula, pues terminarían convertidos respectivamente en Ursuelo, Maricada, Espinilla, Gonurrea y Hernia.