20 de noviembre de 2002

RALLYTY SHOW

El Peugeot 206 WRC, vigoroso primo de la versión que encontramos en las calles de cualquier capital latinoamericana, es el rey indiscutible del rally.

La analogía es evidente: la Ferrari es a la Fórmula 1 lo que la Peugeot al campeonato de rallies. Ambos dominan y no tienen rival. El 206 WRC, que se coronó campeón en octubre en Nueva Zelanda, es un bólido todo terreno que usa la misma estructura del 206 que vemos en la calle pero tiene el espíritu de un león y no el de un gatito doméstico. La diferencia entre imponer y obedecer.

A la carrocería original del 206 se le han hecho muchos cambios. El carro fue cubierto con una jaula de seguridad que protege a los ocupantes en caso de algún percance. El vistoso alerón trasero brinda la mejor de las estabilidades. En cuanto a la parte puramente tecnológica, está dotado con lo último: control de tracción, palanca de cambios de caja secuencial montada sobre el volante, balance de frenos ajustable y sistemas electrónicos con sensores que brindan información sobre temperaturas, vibraciones y presiones. La suspensión es toda una novedad, porque se modifica según las etapas del rally y, si el terreno es agreste, se puede levantar hasta 12 cm.

¿El excéntrico snorkel del techo? Sirve para evitar que el motor se ahogue cuando el auto pasa por ríos de considerable caudal. ¿Su precio? Teniendo en cuenta que solo se fabrican entre 15 y 20 al año, es posible que alcance el millón de dólares. ¿Mérito de los pilotos el haber obtenido los dos primeros puestos del rally en Nueva Zelanda? Marcus Gronholm, piloto campeón, dijo que su trabajo se limitó únicamente a ?realizar una tarea secundaria?. Contrario a lo que dice el refrán, en esta ocasión, y con este carro, fue la flecha y no el indio.



FICHA TÉCNICA

Motor: 2 litros turbo

Cilindros: 4

Potencia: 300 caballos

Velocidad máxima: 270 km/h

Transmisión: de 6 velocidades

Acel. de 0 a 100 km/h: 3 segundos

Largo: 3.790 mm

Ancho: 1.640 mm

Alto: 1.490 mm