8 de marzo de 2007

Un trago con mucho son

Llega una visita femenina inesperada. Quiere relajarla con algunos tragos, pero ella no es muy dada a los licores fuertes. Tan suave como fácil de preparar, un mojito es lo que busca.

Tan cubano como el son y el ron, el mojito podría hacer parte de la bandera de Cuba. Fue junto al daiquiri el trago predilecto del legendario escritor Ernest Hemingway, quien en sus días en La Habana solía tomarlo en las cantinas la Floridita y la Bodeguita del Medio, donde cuenta la leyenda que lo inventaron en los años 30. Prepararlo es tan sencillo como macerar cinco gramos de yerbabuena y echarla en el fondo de un vaso largo con hielo, añadir media onza de zumo de limón, dos cucharadas de azúcar, dos onzas y media de ron blanco cubano y una onza de soda. Faltará mezclarlo todo, subirle el volumen al radio y brindar por la caída o la recuperación de Fidel. Esa ya es su decisión.