15 de septiembre de 2009

Y Dios creó el carro

En el principio Dios creó el automóvil, y vio que era bueno. Luego creó el Huyndai Génesis, y vio que era perfecto.

De ser carro, usted se intimidaría al encontrar en un cruce al Hyundai Génesis. Afortunadamente es humano (y tiene pase) para poder manejarlo en lugar de enfrentarlo.

En el caso del Génesis, el asunto no se queda en el exterior. Al impacto de verlo por primera vez —parece un tiburón— hay que sumarle los detalles que lo hacen la máquina única que es. La cabina es amplia; el motor, potente; el capó es en fibra de carbono; el sunroof es eléctrico y los vidrios, tinteados. ¿Necesita algo más?