Home

/

Historias

/

Artículo

3 de febrero de 2005

Testimonios

Cómo es llamarse... Amparo Grisales

Amparo Grisales y sus tocayas

Cuando mis papás me bautizaron, mi nombre no causaba ninguna conmoción, porque esa señora no era famosa. Yo me quejaba, pero porque me parecía muy fea la palabra Amparo. Después fue que empezó con fuerza la fama de la otra Amparo, cuando empezó en las Hinojosa. Y todo el mundo era aterrado porque ella a veces salía sin ropa. Desde ahí me quedé sin apellido. Ahora me presento siempre como Amparo, a secas, porque la coincidencia es muy aburridora y hasta monótona. Todos reaccionan igual. A veces hasta me salto el Grisales y digo Valencia.
Tengo cincuenta años. No sé cuántos tenga esa señora que sale por la televisión, pero lo que sí sé es que no se mantiene mejor que yo porque yo sea de menor calidad, sino porque la platica ayuda siempre con las operaciones y con la vestimenta. Eso sí: tiene muy bonito cuerpo, pa‘qué. Preferiría tener en común el cuerpo y no el nombre, porque hay sitios en los que es inevitable que me llamen con todo y apellido. En cualquier banco uno coge un turno y se sienta, o entrega unos papeles para algo y de pronto lo llaman. "Amparo Grisales". Hay un silencio absoluto unos segundos. Cuando me paro, la gente se ríe y además siempre parece que uno es poca cosa, porque los hombres se voltean a mirar muy animados y cuando me ven se voltean aburridos o muertos de risa. En el matrimonio de mi hija fue la conmoción. Alguien dijo "llegó Amparo Grisales". La gente se salió a mirar. Yo entré y me puse roja, como si tuviera quince años o fuera la novia. Después los murmullos y las risitas. Y no falta el que no se lo cree y me pide la cédula. Por eso a veces dicen Amparo Grisales en alguna reunión y yo me hago la que no es conmigo.
La verdad, yo no es que me sienta muy orgullosa de llamarme igual, porque me parece que ella está siempre queriendo parecer de otra edad y hasta se ve vulgar. Yo soy una señora muy puesta en su sitio. Vanidosa, sí. Pero una señora, con nietos y todo. Me dedico al hogar y casi siempre me la paso en Villavo. Ya no estoy para andar mostrando pierna y me quedé sin apellido gracias a esa otra tocaya que anda mostrándolo todo, hasta el apellido.

Contenido Relacionado

Testimonios

Diatriba contra el Dalai Lama

Anda por todo el mundo como si fuera un dios que encarna el modelo de paz, espiritualidad, tolerancia y sabiduría que mu...

Angelica Blandón

Testimonios

El día en el que Angélica Blandón confesó que ha hecho tríos

Angélica Blandón, famosa actriz, recrea para SoHo cómo fue su primera vez con una mujer en presencia de su novio.

Testimonios

Yo trabé a mis amigos con una torta de marihuana

"Lo que yo les hice a ustedes aquel domingo de junio de 1980 no tiene nombre ni perdón": Eduardo Arias.

Testimonios

Historia de mi propio aborto por Virginia Mayer

¿Qué pasa por la cabeza de una mujer que toma la decisión de abortar? ¿A quién acude? ¿Cómo asume el procedimiento? ¿Cóm...

Testimonios

Nunca es tarde para el ejercicio

¿Sabía que después de los 40 los músculos empiezan a perder masa muscular y, por ende, fuerza? Si no hace ejercicio, es ...

Testimonios

Humberto de la Calle antes de entrar a la política

¿Sabía usted que antes de ser vicepresidente, ministro o incluso abogado, el actual negociador de paz fue un abanderado ...

Testimonios

Por qué escogí una carrera en pornografía

A Carly Rae su trabajo como actriz porno la salvó de una depresión y le devolvió la confianza. Pero no todo ha sido buen...

Testimonios

Así salí del clóset y me casé

El escándalo sobre las cartillas para fomentar el respeto a la diferencia sexual en los colegios —que ha incluido marcha...