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10 de noviembre de 2003

Avioncitos de papel

Cuando usted les cuente a sus amigos que pasó cuarenta horas haciendo un avión de papel, van a creer que perdió la cabeza. Espere a que vean cómo le quedó su Douglas DC3.

A veces las mujeres tienen razón cuando dicen que los hombres no crecemos. Cuando se trata de hacer colecciones o de armar cosas (concentrados y con las instrucciones en la mano) tienen razón: no crecemos. A todos los que se sienten orgullosos de seguir teniendo colecciones y armando figuritas, les presentamos un hobby lleno de matices que requiere dedicación y perfeccionismo: armar aviones de papel. Tal y como lo oye. Solo se necesita mucho amor por los aviones (¡que tire el primer avioncito el que diga que no le gustan!), algo de habilidad manual y mucha paciencia.
Hace más de diez años, Eduardo Barriga se dedica a producir y a vender aeromodelos de cartulina para armar en cosa de veinte a cuarenta horas. Todos sus aviones son a escala 1/33, lo que significa que se ven como la nave original pero 33 veces más pequeños. Aunque la idea inicial se ha comercializado en Estados Unidos, el mercado ha ido creciendo poco a poco en Colombia y hoy en día sus aviones han hecho exitosos aterrizajes "de Barriga" en almacenes especializados de aeromodelismo y hobbies. Barriga ofrece cuatro modelos distintos y piensa lanzar al mercado el próximo año uno o dos mensuales, además de comercializar una atractiva flotilla de importados. El cuento es que estos aviones son mucho menos costosos que los de plástico y, además, mucho más ecológicos. Hay modelos, como el helicóptero Westland Widgeon, que solo cuestan $10.000 y se puede decir que los más caros, como el Douglas DC3, no superan los $50.000. Si quiere comenzar su museo personal de aviación, llame a este señor y empiece ya a armar sus 'avioncitos de papel'.

Informes: Tel. 676 06 73, Bogota.