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3 de febrero de 2005

El aguacate

Por: Naum Spoliansky

Más de 50.000 años de antigüedad tiene el árbol del aguacate. Nació en Centro América y a la llegada de los españoles ya se había extendido hasta Perú.
Fruto fabuloso, el aguacate, palta o cura, fue alimento preferido de tucanes y quetzales y sustento importante de muchos pueblos indígenas. Confundiéndolo con una pera, los conquistadores le atribuyeron la cualidad de abrir el apetito sexual y aumentar la cantidad de semen. Discutible. Lo que sí es cierto es que el aguacate supera a todas las otras frutas en valor alimenticio, por su alto contenido de proteínas, minerales y vitaminas. También las aventaja ampliamente en posibilidades gastronómicas: La cocina del aguacate de Editorial Everest consigna más de 140 recetas con su participación. Batidos, antipastos, cremas, sopas, platos principales, ensaladas, cocteles, mousses y postres encuentran en el aguacate el delicado sabor y suave textura de su deliciosa pulpa.
¿Por qué será que en este país se ha resignado su uso a unos pocos platos de sal y se desconoce su condición de maravillosa fruta?
Si mezclamos una parte de madura pulpa de aguacate con otra de helado de vainilla, azúcar a gusto y un trago de amaretto, por ejemplo, al cabo de unas horas en el congelador, podremos saborear un original helado de aguacate, exclusivo y delicioso. Y que todavía podríamos sofisticar al servir, embelleciéndolo con alguna cereza y almendras picaditas.
Si, en cambio, licuamos aguacate con leche, azúcar a gusto, extracto de vainilla, obtendremos un batido de sabor y textura únicos.
Gracias a ese sabor neutro de su pulpa, es posible usarlo tanto en platos de sal como en los de dulce. Son buena compañía del aguacate el azúcar o la miel, la crema de leche, las claras de huevo batidas, la canela, la vainilla, nueces, almendras, tragos como el amaretto, cointreau o baileys, el yogur y otras frutas como limón, chirimoya, manzana, pera, mango.
A los usos ya conocidos del aguacate en sopas y ensaladas, se puede agregar otra larga lista. Además del conocido guacamole, distintas salsas se obtienen agregando al puré de aguacate condimentos como jengibre, pimienta negra, tabasco o mostaza; hierbas como perejil, cebolleta, albahaca o cilantro, bien picaditas. También acepta gustoso la asociación del ajo, la cebolla, el apio, el aceite de oliva, el jerez. Como se ve, con un poco de creatividad podemos ensayar la salsa que más nos guste para acompañar pescados, mariscos, carnes y aves. Esta fruta también es excelente compañera de legumbres, espinacas, remolachas, pepinos, tomates.
También es de todos sabido que la ciencia cosmética moderna ha incluido este fruto en cremas, mascarillas, jabones, como uno de sus importantes rubros.
Desaprovechar todas estas alternativas es grande desperdicio. Ensayar distintas posibilidades es lo que se merece este fabuloso fruto, para lo cual, me parece, tendremos que hacernos un pequeño lavado de cerebro y aceptarlo como lo que es.
La Loma: Cra 14 # 94-11. Tel.: 6353124