Yo me gané una olla en El precio es correcto

Siempre fui fiel seguidor de los programas de concurso. Toda mi vida estuve buscando la oportunidad de participar en alguno o de hacer parte del público. Como asistente estuve en Animalandia (que se grababa al aire libre), Concéntrese y Compre la orquesta. En 1980, después de estar de acá para allá buscando la oportunidad, logré concursar en El precio es correcto, que era presentado por Gloria Valencia de Castaño. El proceso para entrar era relativamente fácil: uno iba a la calle 19 con carrera 4, donde funcionaban entonces los Estudios Gravi, se inscribía y esperaba la llamada, sin necesidad de hacer filas ni aguantarse montoneras. Yo trabajaba cerca de allí, y en cualquier momento libre hice la vuelta, y quedé seleccionado para participar.

Para quienes no lo vieron nunca, era como sigue: se nos presentaban a los tres concursantes algunos productos (televisores, vajillas, ollas, etc.), y por turnos cada uno trataba de adivinar el precio. Quien más se acercara al precio real, ganaba. Estuve a punto de ganarme el televisor a color, que en ese momento era un tesoro para los hogares colombianos, pero alguien se acercó más al precio y se lo llevó. Yo gané una olla a presión, cuyo precio ya no recuerdo, que me fue entregada ahí mismo, al salir del estudio.

La grabación duró una hora y el concurso al aire duraba media hora. Durante los cortes, Gloria Valencia hablaba con nosotros, trataba de hacer sentir a los participantes como en casa, pero sin perder su profesionalismo como presentadora. La recuerdo como una mujer amable, que no se creía más que los concursantes que pasaban por su programa.

Después de esta intervención seguí participando como público en diferentes programas y buscando mi objetivo principal, que era participar en Concéntrese, pero la cantidad de personas que se inscribían era altísima y nunca logré clasificar.