Home

/

Historias

/

Artículo

13 de abril de 2007

Testimonios

Me metí al matrimonio equivocado

Juan Roberto Vargas se metió al matrimonio equivocado

Por: Juan Roberto Vargas
| Foto: Juan Roberto Vargas


Ocurrió una noche de sábado de 1992. En esa época me estrenaba como periodista en el noticiero TVHoy. Ese día uno de nuestros compañeros se casaba y, por supuesto, nos había invitado a la celebración que era en un salón comunal. El asunto era con acompañante a bordo, y aproveché para invitar a una gran amiga. La ocasión era perfecta. Apenas la recogí comenzó la búsqueda de la dirección, de esas indescifrables e imposibles de encontrar en Bogotá. Algo así como "Diagonal 44 d bis número 89-74 manzana 4, bloque 5 interior 16, salón comunal". Después de 45 minutos de dar vueltas, preguntar y adivinar, llegué a la dirección. O al menos eso creí. Las palabras claves para el portero: "¿Hay un matrimonio?". "Claro, siga", me dijo.

Respiré tranquilo y entré. Invitados, flores, niños corriendo, las eternas tías, el infaltable ponqué con las figuritas de los novios, las mesas con mantel blanco, arreglos florales y sillas adornadas. No vi a nadie conocido, pero no importaba, avancé. La gente me miraba y a mi acompañante y debían creer que éramos conocidos de alguno de los novios. Dejamos el regalo en una mesa a la entrada. Alcanzamos a comer pasabocas y también ‘clasifiqué‘ a un par de whiskies antes de la llegada de los novios. Hasta que por fin entró al lugar la pareja… solo que por ningún lado vi a mi compañero de trabajo.

Después de una hora larga de ‘gorriar‘, me di cuenta de que estaba en el matrimonio que no era. Los sentimientos fueron cruzados. Vergüenza, risa, desconcierto y piedra. Mi cara me delató y dije: "Me metí al matrimonio que no era". Mi acompañante no entendía bien, pero cuando los vecinos de mesa nos empezaron a mirar raro, entendió el oso monumental, peludo e incómodo que estábamos haciendo. ¿Quién carajos nos iba a creer que era por error y no por ‘colados‘? Si la entrada había sido rápida, la salida fue eterna. Antes del vals y de las fotos, los padres de la novia, amigos y demás invitados, esperaban nuestra salida para continuar. Como mosco en leche. Así me sentí. Atravesamos todo el salón. Yo trataba de matizar el asunto con una sonrisa hipócrita y forzada. Pero el daño estaba hecho. Después del tortuoso camino de salida, a buscar el regalo. Ya estaba debajo de los demás. Casi no aparece. Al final solo un "qué pena" en voz baja al invitado que se ofreció a ‘acompañarnos‘ hasta la puerta.

Contenido Relacionado

Testimonios

Diatriba contra el Dalai Lama

Anda por todo el mundo como si fuera un dios que encarna el modelo de paz, espiritualidad, tolerancia y sabiduría que mu...

Angelica Blandón

Testimonios

El día en el que Angélica Blandón confesó que ha hecho tríos

Angélica Blandón, famosa actriz, recrea para SoHo cómo fue su primera vez con una mujer en presencia de su novio.

Testimonios

Yo trabé a mis amigos con una torta de marihuana

"Lo que yo les hice a ustedes aquel domingo de junio de 1980 no tiene nombre ni perdón": Eduardo Arias.

Testimonios

Historia de mi propio aborto por Virginia Mayer

¿Qué pasa por la cabeza de una mujer que toma la decisión de abortar? ¿A quién acude? ¿Cómo asume el procedimiento? ¿Cóm...

Testimonios

Nunca es tarde para el ejercicio

¿Sabía que después de los 40 los músculos empiezan a perder masa muscular y, por ende, fuerza? Si no hace ejercicio, es ...

Testimonios

Humberto de la Calle antes de entrar a la política

¿Sabía usted que antes de ser vicepresidente, ministro o incluso abogado, el actual negociador de paz fue un abanderado ...

Testimonios

Por qué escogí una carrera en pornografía

A Carly Rae su trabajo como actriz porno la salvó de una depresión y le devolvió la confianza. Pero no todo ha sido buen...

Testimonios

Así salí del clóset y me casé

El escándalo sobre las cartillas para fomentar el respeto a la diferencia sexual en los colegios —que ha incluido marcha...