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13 de julio de 2006

La dura de las bodas

Su novia lo está enloqueciendo con trascendentales decisiones sobre su matrimonio y usted francamente no sabe cómo explicarle que el mantel blanco y el mantel color hueso se ven perfectamente iguales, y que, en verdad, le parece un hueso tomar ese tipo de decisiones. En estos momentos, la mujer de sus sueños se llama Ileana Rodríguez Moreno y es una organizadora de bodas, una guía, dice ella, porque las decisiones al final las toman los novios (y la suegra, claro). Esta cartagenera no se enreda a la hora de organizar celebraciones, desde las clásicas hasta las escandalosamente caprichosas (ahí el problema es que la suegra lo permita). Tiene como respaldo la experiencia de doce años como administradora y jefe de protocolo de la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena. En los últimos seis años ha organizado unas setenta bodas, que son su especialidad, pero se pone al frente de cualquier cosa que le pidan: desde la pedida de mano hasta el bautizo del bebé, pasando por foros petroleros y seminarios de derecho. No tiene una empresa montada porque el equipo de trabajo nunca es el mismo: los novios deciden desde quién será el chef hasta los nombres de los bailarines que dan clases de baile a los invitados extranjeros. Lo único que tiene que hacer para contratarla es casarse en Cartagena y escribirle a ileromo@gmail.com