Home

/

Historias

/

Artículo

10 de diciembre de 2003

La machonidad

Por: Patricia Castañeda

Un hombre con su lado 'macho' no muy desarrollado y que tenga como pareja a una bella mujer no debería tener amigos hombres, sino trabajarle a su bella y a su 'machonidad' (del latín, vanidad masculina), para que no llegue alguno y se la robe, porque cuando el hombre con quien se sale es interesante, seguro entre sus amigos va a haber alguien más interesante que él. "No desearás a la mujer del prójimo" dice uno de los mandamientos. Pero eso no se aplica en la vida, ni en la actual ni en la anterior. No se sabe qué tiene la novia del amigo o qué tiene el esposo de la amiga, pero existe un deseo que no es solo carnal.
Es inevitable que a uno le parezcan agradables y atractivas las parejas de las amigas. Cuando ellos en realidad son agradables y atractivos. Está el amigo que lo saludó a uno con abrazo y un beso y se ríe de los chistes pero ya, no pasa nada más. Pero también está el que al saludo le suma una mirada de varios segundos a los ojos y no le falta soltar algún piropo. Las cartas están sobre la mesa, falta ver quién coge el as.
Las fiestas se vuelven más seguidas o simplemente un "pasen por acá y nos tomamos algo". Y pasa lo inevitable: una de las parejas termina su relación y cae el amigo en picada, dizque para consolar, pero sabemos que el fin está en un acercamiento íntimo, que por lo general termina en una relación más larga que la anterior. Los griegos fueron unos genios al inventarse los ministros del destino. De esta manera se evitan las explicaciones y le dan razón a lo que tenía que suceder.
Somos humanos por más noviazgo que haya de por medio. "Siempre serás un hombre y yo una mujer". De pronto solo la línea recta familiar se excluye de este caso, aunque no siempre. Por ahí quedan padres enfermizos que tienen relaciones con sus hijas, pero de incesto hablaremos después. ¿Qué tienen las parejas de los amigos que no tiene la pareja de uno? Puede que sea la excitación por lo prohibido, pero de esa no se salva ni el cuñado, ni mucho menos el hermano mayor.
Todas las personas cercanas a un hombre son víctimas de la atracción hacia la pareja de este. O viceversa. Los que hacen estadísticas han dicho que son siete en promedio las personas que se necesitan para que dos personas se conozcan. En Colombia son solo dos. El mejor amigo y/o el hermano. Yo estuve enamorada del hermano mayor de un novio, lo vi como el gran señor. Ahora que no existe la relación de cuñado me interesa muy poco, era solo cuando hacía la función de hermano mayor.
No me he olvidado de Magdalena ni de Ana. Javier (el actual novio de Magdalena) se moría de amor por Ana, le mandaba cartas de amor con Magdalena. Ellas eran roommates. Ana salía con Javier pero no estaba enamorada, solo le gustaba. Hasta que ella se aburrió de Javier y él con una tusa alborotada iba al apartamento de ellas solo para sentirse cerca de Ana. La que lo atendía era Magdalena. Un 31 de diciembre, Javier quería cortarse las venas si Ana no regresaba, pero Magdalena lo invitó a salir. Se tomaron varios tragos y de ahí hasta el sol de hoy. Y Ana, durante la etapa de locura de Javier, llamó a su hermano para que lo controlara y de conversación en conversación surgió el amor.
Como me dijo Magdalena un día: "Ahora solo falta que vos te enamorés de Javier. De pronto no solamente el hombre con un bajo grado de 'machonidad' debe evitar tener hermanos y amigos. También la mujer bella debe evitar las amigas solteras y las que tienen pareja y convertirnos todos en parejas solitarias de pronto con uno que otro amigo virtual" .