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21 de mayo de 2001

LO QUE NOSOTROS QUEREMOS

¿Sumisas? ¿Amorosas? ¿Obedientes? Cuando su novia o amiga quiera atraparlo recuérdele las cinco reglas de oro para que nosotros siempre vivamos complacidos.

Quién las entiende. Después de haber convivido con nosotros durante siglos, una de las muchísimas cosas en las que las mujeres todavía no se han podido poner de acuerdo es en averiguar, a ciencia cierta, qué es lo que realmente queremos y deseamos sus novios y maridos. Lo han discutido en sus costureros, en los salones de belleza y en las eternas tertulias que se forman cada vez que se reúnen con la simple excusa de tomar un café. Han probado casi todo y, sin embargo, al parecer no les ha sido fácil descifrar cuáles son las claves para complacernos.



No obstante, la publicación reciente del libro Las reglas: secretos probados por el tiempo para hacer que su matrimonio funcione, de las escritoras norteamericanas Ellen Fein y Sherrie Schneider, parece ser una buena aproximación para que muchas mujeres entiendan cuáles son los secretos para conservarnos junto a ellas. En este manual las autoras incluyen un listado de 45 normas que las mujeres deberían seguir cuando ya han logrado atrapar al hombre de su vida.



La estrategia que las autoras les proponen a sus congéneres no busca que en la relación ellas nos confronten ni sean manipuladoras, sino todo lo contrario. Les aconsejan, más bien, que sean sumisas, que nos complazcan en todo, que no nos pidan explicaciones cuando llegamos tarde, que a pesar de que no les gusten las películas porno nos acompañen a verlas, que no nos recuerden nuestros defectos, que nos lo den cada vez que tengamos ganas y que, a pesar de que no les diviertan, se rían de todos nuestros chistes.



Pero aunque estas recomendaciones —calificadas de realistas, pragmáticas y reveladoras por parte de muchas de sus lectoras—, han despertado reacciones enfurecidas por parte de muchos grupos feministas, SoHo no puede permanecer indiferente frente al tema y por eso queremos sentar nuestra airada voz de protesta. La razón: las normas que contiene el libro son acertadas pero incompletas.



A continuación le explicamos cuáles son las cinco reglas de oro que omitieron las autoras y que, con toda seguridad, son imprescindibles para que cualquier relación funcione. Señores: tomen nota y háganselo saber. ¡Ni un paso atrás!



1- Entender la somnolencia:



El sueño es una fuerza indomable que se apodera del hombre luego de las relaciones sexuales. Ellas deben evitar los sentimentalismos y entender que para nosotros es sólo una forma de meditar sobre lo que acaba de suceder, así esté acompañada de ronquidos.



2- Respetar el desorden:



El caos también puede ser una forma de organización. Ella debe aceptar que el desorden hace parte de su personalidad, y que un ambiente desbarajustado y sucio también puede ser una forma abstracta y moderna de decoración.



3- Ceder el control:



Al haber sido nosotros los que nos la inventamos, la televisión ocupa un lugar privilegiado en nuestro corazón. Por eso si ella no desea herir nuestros sentimientos, debe resignarse y ceder el control.



4- Reconocer los instintos:



El hombre no es infiel porque quiera sino porque la naturaleza, sabiamente, nos ha hecho así. De ahí que las aventuras esporádicas no deban convertirse en motivo de celos y cantaleta sino de regocijo familiar. Su mujer, incluso, podría hacer nuevas amigas.



5- Aceptar los amigos:



Los alegres compadres son esenciales en la vida de cualquier hombre. Tomarse unos tragos con ellos, hablar de sexo, deportes y mujeres son actividades necesarias para nuestro desarrollo integral. Interferir en ese proceso o ponerle límites puede ser catastrófico para cualquier relación. ¿Borrachines y adúlteros? No importa, debe aceptar a sus amigos.,,