Home

/

Historias

/

Artículo

12 de diciembre de 2011

Testimonios

El restaurante suspendido en el aire

El personal se asegura muy bien antes de subir de que todos los comensales estén livianos. También de que ninguno tenga síntomas de indigestión estomacal severa y necesite salir corriendo de repente, o volando, en este caso.

Por: Kate Hammer. Periodista de The Globe and Mail, de Canadá

En Dinner in the Sky —un restaurante suspendido en el aire que recorre el mundo— a uno le dicen que si tiene ganas de ir al baño no hay problema, que pueden hacer descender la mesa muy rápido. Pero eso es completamente falso: el personal se asegura muy bien antes de subir de que todos los comensales estén livianos. También de que ninguno tenga síntomas de indigestión estomacal severa y necesite salir corriendo de repente, o volando, en este caso.

Aparte de esa restricción, es maravillosa la experiencia de comer gallina de Cornualles a 50 metros del piso, sujetado con firmeza por cuatro cinturones de seguridad cruzados —como si fuera una camisa de fuerza— en una silla de carro de Fórmula 1. La mesa es elevada por una grúa enorme —y muy lenta, por cierto— en la que se sirve una comida, usualmente para eventos promocionales de empresas. Claro, uno no podría reservar una mesa de características tan elevadas, pues toca alquilar todo el lugar y cuesta más de 15.000 dólares diarios. Por eso la mayoría de eventos son patrocinados por grandes compañías.

Mi experiencia fue durante el lanzamiento en Toronto, Canadá, de este exótico restaurante inventado por una compañía belga. Éramos 22 personas, la mayoría periodistas. Durante el ascenso tuvimos unos dos minutos para disfrutar de la bonita vista. Es bonita, digo, pero definitivamente no tan espectacular como la de la CN Tower de Toronto, que tiene 550 metros de altura. En últimas, mucha expectativa, mucho paisaje, pero cero vértigo.
La mesa en el cielo tiene todos los elementos de lujo de un restaurante cinco estrellas, aunque en vez de piso de mármol o madera fina, los pies descansan sobre una pequeña tabla. Yo me sentí muy segura. Las sillas giran, sí, pero uno no tiene la sensación de estar flotando a menos que se mueva lo suficiente como para tener los pies en el aire y no sobre la tabla, como un niño chiquito en una silla alta. La verdad, la mesa es bastante estable, y si no lo fuera uno tampoco podría quejarse con el mesero porque su mesa está ‘bailando’.

El área debajo de nosotros estaba acordonada, probablemente para evitar accidentes por si a alguno se le caía algo. Ese día estuvo soleado y cálido. Lo ideal para Dinner in the Sky es vestirse abrigado y usar pantalones. Si usted es mujer —o le gustan los atuendos escoceses— evite las faldas: un viento repentino puede ser motivo de burlas o un mirón con una cámara potente puede estar pendiente de un descuido.

La comida fue preparada por Mark McEwan y Anthony Sedlak, dos de los chefs más famosos de Canadá, quienes prefirieron no darnos entradas ni guarniciones chiquitas y pomposas porque hubieran salido volando. Además de la gallina, el menú incluía un delicioso zucchini terrine (paté de calabacín) y champaña. Parte de la comida fue preparada en tierra y cocinada arriba. Tal vez eso fue lo mejor: ver a los chefs trabajando allá arriba, con sus arneses puestos para minimizar los riesgos. La verdad es que las cosas saben exactamente igual en el suelo que a 50 metros de altura.

A pesar del posible vértigo, nadie se mareó y la gente se comió todo. Estuvimos suspendidos alrededor de una hora. Y, así como en la subida, el descenso fue lento, como el final de una montaña rusa después de que pasa lo divertido. La experiencia en general fue bastante entretenida, pero los amantes de las emociones fuertes podrían salir decepcionados porque no es nada extremo. Eso sí: ahora puedo decir que comí en el cielo.

Contenido Relacionado

Testimonios

Diatriba contra el Dalai Lama

Anda por todo el mundo como si fuera un dios que encarna el modelo de paz, espiritualidad, tolerancia y sabiduría que mu...

Angelica Blandón

Testimonios

El día en el que Angélica Blandón confesó que ha hecho tríos

Angélica Blandón, famosa actriz, recrea para SoHo cómo fue su primera vez con una mujer en presencia de su novio.

Testimonios

Yo trabé a mis amigos con una torta de marihuana

"Lo que yo les hice a ustedes aquel domingo de junio de 1980 no tiene nombre ni perdón": Eduardo Arias.

Testimonios

Historia de mi propio aborto por Virginia Mayer

¿Qué pasa por la cabeza de una mujer que toma la decisión de abortar? ¿A quién acude? ¿Cómo asume el procedimiento? ¿Cóm...

Testimonios

Nunca es tarde para el ejercicio

¿Sabía que después de los 40 los músculos empiezan a perder masa muscular y, por ende, fuerza? Si no hace ejercicio, es ...

Testimonios

Humberto de la Calle antes de entrar a la política

¿Sabía usted que antes de ser vicepresidente, ministro o incluso abogado, el actual negociador de paz fue un abanderado ...

Testimonios

Por qué escogí una carrera en pornografía

A Carly Rae su trabajo como actriz porno la salvó de una depresión y le devolvió la confianza. Pero no todo ha sido buen...

Testimonios

Así salí del clóset y me casé

El escándalo sobre las cartillas para fomentar el respeto a la diferencia sexual en los colegios —que ha incluido marcha...