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21 de mayo de 2001

SIMBOLOS

Jenny López

...FRENTE A LAS OLAS DEL CARIBE

Bastó con ver algunas de sus fotos publicadas en su página web

(www.jennylopez.com) para convencernos de que sería desquiciado verla rodeada de arena y mar en nuestra edición especial de aniversario. La encontramos haciendo un catálogo de vestidos de baño para Onda de Mar cerca de Cartagena y, sin dudarlo, nos dijo con su acento paisa que sí, que le encantaba la idea de hacer fotos para

SoHo en el Cabo de la Vela. Unos días después la vimos llegar con su computador portátil y una maleta pequeña que la acompañan siempre en sus viajes de trabajo por las principales capitales de la moda en el mundo. Con apenas 22 años Jenny tiene una belleza exótica y sensual que le ha permitido cotizarse en las grandes ligas del modelaje en Estados Unidos, Inglaterra, Italia y Francia. Así mismo ha posado para fotógrafos tan prestigiosos como Arthur

Elgort, Titziano Magni, Martin Thompson y Fabrizio Ferri, y sus imágenes se han publicado en las portadas y páginas interiores de revistas de la talla de FHM, Cosmopolitan, Harper’s, Marie Claire, Bazaar y Vogue, entre otras.

A lo largo de la travesía hasta esa alucinante playa de la península Guajira logramos averiguar que Jenny es una mujer introvertida, sencilla y misteriosa. Cuando no está modelando le gusta salir a patinar, hace ejercicio en el gimnasio o pinta sobre lienzo con acrílico en intentos que, según ella, “quedan hasta bonitos”.

Las imágenes que captaron nuestros fotógrafos frente a las olas y la arena suave del Caribe pueden decir todo lo demás. ¿Le quedó alguna duda? Ahora su misión —si decide aceptarla— es averiguar por cuánto tiempo el cuerpo y la piel de Jenny seguirán navegando en su memoria. Tal vez nunca lo sepa, es muy probable que sea para siempre…

Ángela García

...en el ardiente desierto

Descubrimos a Ángela con el mismo oportunismo con el que cualquiera encontraría un oasis en la inmensidad de un desierto. Sin embargo, fue necesario viajar hasta Cali para averiguar si en el caso de ella se trataba de una mujer real o, simplemente, de un fabuloso y mágico espejismo. Al verla de cerca fue sencillo imaginar el paisaje casi surrealista de su cuerpo y de su piel contrastando con el entorno denso y agreste de las planicies áridas de Guajira. Así que la convencimos de que dejara por unos días sus clases de Bellas Artes para escaparse con SoHo y hacer las fotos de esta revista de aniversario.

Una vez llegó al desierto, Ángela se apropió del escenario: extendió su cuerpo sobre la arena, caminó entre los cactus y bailó al ritmo de una música que parecía llevar la cadencia del viento. La luz cálida de la tarde le dio un brillo ardiente a su piel y por eso Zizza —la fotógrafa brasileña que nos acompañó en la travesía— disparó su cámara hasta el filo de la penumbra.

Inexplicablemente, a sus 25 años era la primera vez que Ángela hacía fotografías como estas para una revista. En realidad, aunque ella se destacó en varias campañas publicitarias en revistas y televisión, el modelaje siempre lo tomó como una actividad paralela a su verdadera pasión: el arte. Y no sólo el que se expresa en la pintura o la escultura, sino también el que encuentra en el cine, la fotografía y la música.

Definitivamente, no podía haber una mejor ocasión que esta para poner en nuestra

portada a una mujer caleña que, como dice una canción de salsa, “hace delirar”. Le confesamos que hasta el momento ninguna mujer de esa hermosa tierra había figurado en nuestra carátula y, tal vez por eso, Ángela siempre será recordada como el oasis en medio de un caluroso desierto.

María Fernanda Yepes

...sobre LA SAL marina

No es una coincidencia que María Fernanda haya sido la mujer escogida para hacer las fotos que usted acaba de ver en las minas de sal de Manaure. Aparte del contraste que su cuerpo, el color de su piel y su pelo dorado podían reflejar sobre ese intenso paisaje glaciar, su forma de ser —libre y espontánea— también se adaptaba con precisión al entorno natural donde planeamos las fotos, al menos metafóricamente. Si alguien decidiera asociar a cada mujer con un mineral, sin duda María Fernanda sería como la sal: indispensable para la vida. No hace falta conocerla demasiado para saber que le pone un sabor auténtico y especial a cada cosa que hace. Sus fotos de vaquera para la portada de nuestra edición número 16 son el mejor ejemplo, pero también lo son sus apuntes oportunos, su afición por la fotografía, por los deportes extremos, por la rumba larga y, lógicamente, por su ídolo musical: Bob Marley.

En realidad, la invitación que le hicimos para salir en esta edición especial de SoHo no sólo era oportuna sino también merecida. Su portada ha sido una de las que más ha gustado en los dos años que lleva la revista, y fueron muchos los lectores que expresaron su deseo de verla otra vez, en una faceta diferente. Fue así como María Fernanda emprendió la aventura fotográfica de

SoHo por la Guajira, y en la primera mañana de expedición hizo sus fotos en medio del salitre. El resto del tiempo se dedicó a hacernos reír, a contarnos de su trabajo durante varios meses en una pizzería de Sidney, y a relatar su viaje de morral por Australia, Tailandia y Estados Unidos.

Con apenas 22 años, un cuerpo espectacular y una personalidad arrolladora, María Fernanda tiene un horizonte amplísimo para seguir triunfando en el modelaje. Seguramente, a cada cosa que haga, le seguirá poniendo la sal que la caracteriza.