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18 de octubre de 2007

Verano eterno

Por donde se le mire, CuraÇao es un destino ideal para pasar unas buenas vacaciones. En pleno mar Caribe —es la isla más grande de las Antillas Holandesas— está un tesoro que no solo apreciarán los amantes de la playa y el sol, sino también quienes tienen un espíritu ecológico por la variedad de fauna y flora que ofrece . A esto hay que sumarle la belleza del centro de la capital, Willemstad, considerada patrimonio de la humanidad, con una arquitectura imponente, propia de los siglos XVIII y XIX. Aquí le hablarán en papiamento, pero como seguramente usted no lo entenderá, no se preocupe, que la mayoría de la población habla español e inglés. También está el holandés y se encontrará con muchos turistas de ese país.

Una vez se baje del avión y llegue a la ciudad (son dos kilómetros de recorrido), le será fácil ubicarse. Un puente de gran altura une las dos partes en las que está "dividida" la isla: Otrobanda y Punda. Hay otro puente movible que se desplaza cada vez que un barco necesita entrar al corazón de la isla. En el centro hay mucho para hacer: desde compras (muchos productos entre perfumes, ropa y electrodomésticos están libres de impuestos), hasta la visita a museos que recrean la historia de Curaçao. Pero solo con caminar por las calles del centro histórico tiene de sobra para entretenerse y más si lo hace muy temprano o al final del día: la puesta del sol contrasta a la perfección con las casas coloridas y con el mar que aparece por todas partes.

En cuanto a gastronomía, le sugerimos que vaya al mercado viejo, donde la ofrecen productos típicos (la comida de mar en general) y platos exóticos, como la sopa de cactus. A la hora de la rumba, está el Mambo Beach Bar que, como su nombre lo dice, está sobre la playa, y allí hay todo tipo de conciertos, especialmente de música del Caribe.

Si lo suyo es la playa, los deportes acuáticos, los gimnasios y las piscinas, Curaçao cuenta con una gran variedad de hoteles para que acomode su presupuesto a lo que más le convenga. Existen los planes "todo incluido" y paquetes que usted puede ir armando con actividades paralelas, como la visita a museos, a la granja de avestruces, un tour en barco por el sur de la isla (se lo recomendamos pues incluye un asado y la posibilidad de hacer snorkel en dos puntos diferentes), acuarios y prácticas de buceo, entre muchas otras posibilidades. Usted decide si prefiere alojarse en el centro o buscar las playas que están un poco alejadas de la ciudad. Si ya está planeando las vacaciones de fin de año, piense en Curaçao. Es hora de cambiar de planes, no vuelva a los mismos lugares de siempre.