Home

/

Historias

/

Artículo

12 de junio de 2006

Testimonio

Yo hice dos autogoles en un mismo partido

Sí hacer un autogol es frustrante, imagínese dos. Wilmer Cabrera lo vivió y acá nos cuenta la historia de ese particular doblete.

Por: Wílmer Cabrera

Lo que me ocurrió ese domingo fatídico de 1993 no se lo deseo a nadie. Fue una situación tan insólita como inesperada. Yo jugaba en el América de Cali y enfrentábamos de visitante al Deportivo Pereira. Me acuerdo que la cancha del Hernán Ramírez Villegas estaba empantanada, barrosa, difícil para los jugadores, ya que había estado lloviendo todo el día. Había mucho público en las tribunas, porque nosotros teníamos un gran equipo y éramos atracción en cualquier ciudad de Colombia. (Futbolistas que le han metido goles a los impuestos)

En el primer tiempo, Lisanti, del Pereira, interceptó un balón en el medio campo y le dio un pase profundo a James Cardona. ‘La Guama‘ recibió el balón en el borde del área y yo, que estaba marcando el sector derecho, crucé a espaldas del central y me deslicé en el barro con la intención de puntear la pelota y mandarla al córner, porque si no Cardona quedaba solo para definir. Tuve la mala suerte de que se la clavé en el ángulo izquierdo al arquero argentino Ángel Comizzo. La verdad es que, para ser autogol, fue bonito. En ese momento me dije "un gol en contra, no pasa nada, a cualquiera le puede ocurrir".

El primer tiempo terminó 1 a 0 para el Deportivo Pereira. Ya en el segundo, cuando estábamos dominando el juego, vino un contraataque del Pereira que terminó con un inofensivo centro al área. Comizzo gritó "¡arquero!" y yo, que estaba atrás de él, agaché la cabeza de manera instintiva porque el centro era sencillo de controlar, pero a David se le escapó el balón de entre las manos porque estaba llena de barro y me pegó en la cabeza. Cuando vi que entraba lentamente al arco, quería que se abriera la tierra y me deglutiera. ¡Ya era demasiado!

A partir de ese momento, cada vez que tocaba la pelota, los hinchas del Pereira me gritaban: "Goooool. el tercero, el tercero". Para colmo, en la jugada siguiente me dieron un pase y yo estaba tan aturdido que se me escapó el balón por debajo de la suela y se fue al lateral. Me quería ir de la cancha. Miré al banco de suplentes para pedir el cambio, pero Pacho Maturana, que era el entrenador, me dijo: "No, mijito, usted se queda donde está". Fue un momento duro. (Los jugadores con más autogoles de la historia)

Por suerte, mis compañeros me alentaron en todo momento. Incluso, como sabían que yo cabeceaba muy bien, con cada córner que teníamos a favor me incitaban para que fuera a buscar la revancha. Pero yo estaba tan aburrido por lo que me había pasado que ni atacaba ni defendía, estaba bloqueado mentalmente. Perdíamos 2 a 0 con dos goles míos, increíble. Nunca había hecho un gol en contra y en un mismo partido metí dos.
La hinchada del América, en lugar de insultarme, se quedó en silencio, como respetando mi momento de dolor. Es que yo era muy querido por todos en ese equipo, porque tuve un rendimiento parejo, una regularidad que me hacía ser siempre titular. Y después de todo fueron dos goles fortuitos, sin ninguna mala intención.

No me acuerdo si el partido terminó 2-0 ó 2-1, porque mi mente borró todo lo que paso después. En los vestuarios, luego del partido, me escondía para no tener que enfrentar a los periodistas, pero los dos autogoles fueron noticia en todo el país durante toda la semana siguiente y no tuve más remedio que aparecer en noticieros, periódicos y radios para explicar lo sucedido. Un reportero gráfico me regaló la foto del primer autogol. Lo más increíble es que todavía la conservo en mi archivo privado.

Meses más tarde, con la ayuda de Dios, me tomé revancha contra el Pereira, porque hice un gol, ¡pero a favor! América ganó el partido, pero claro, de eso nadie se acuerda. (La favela que se aferra al fútbol para combatir la guerra)

Contenido Relacionado

luis alfredo garavito

Testimonio

Yo sobreviví a La Bestia

Recuerdo que fue un jueves mientras veía las noticias junto a mi mamá, cuando caímos en la cuenta de que una parte de mi...

Testimonio

Carta a mi hija transexual por Nacho Vidal

Es uno de los actores porno más cotizados del planeta y, sin embargo, pocos conocen una de las facetas más importantes d...

Testimonio

¿Un gay nace o se hace?

Es la pregunta que todo el mundo se ha hecho, la que ocupa horas de conversaciones entre amigos, la que tiene a más de u...

Testimonio

Yo escribí la biografía de Popeye

Maritza Wills escribió la biografía del famoso sicario de Pablo Escobar. En este texto confiesa cómo lo conoció, qué le ...

Testimonio

El día que comí con Donald Trump

Una colombiana tuvo la oportunidad de cenar con Donald Trump poco antes de que se convirtiera en el nuevo presidente de ...

Testimonio

Así es una noche en el hotel más extremo del mundo

¿Se imagina dormir al borde de un abismo a 450 metros del piso? Pues eso es lo que ofrece un hotel ubicado cerca de Cusc...

Testimonio

El goleador colombiano en la liga más desconocida del mundo

Estadios enteros corean su nombre, pero pocos en el país han oído de él. Esta es la historia del colombiano goleador de ...

Testimonio

Yo diseñé los “uniformes empelotos” de ciclismo

¿Se acuerda de la polémica por el uniforme del equipo colombiano en el que las ciclistas parecían sin ropa? La responsab...