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2 de febrero de 2007

yo me levanto siempre con el pie izquierdo

Por: Darío Silva
| Foto: Darío Silva

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No me queda otra desde que amputaron mi pierna derecha en septiembre pasado, cuando choqué la pick-up contra una farola en la Rambla de Montevideo. Ese domingo tenía un semáforo a 70 metros. La luz amarilla estaba cambiando a roja y por eso fui frenando. Estaba comiendo una tarta de jamón y queso que se me cayó sobre los pies, justo al lado del pedal del acelerador. Cuando me agaché a recogerla, levanté la vista y no me acuerdo de nada más. Fue un descuido de dos segundos que, para muchos, terminó en tragedia. Para mí no, pues logré sobrevivir y eso es lo que le agradezco a Dios todos los días: que me dio una nueva oportunidad de estar con mi familia y disfrutar de mis hijos. Sobre todo el de tres años, Diego, que nació en España y es un diablo porque me grita: "Ven, papi, agárrame que ahora tú no puedes".

Con 34 años cumplidos, después de ser goleador de la selección uruguaya y de jugar en varios clubes del mundo como El Espanyol de Barcelona, Málaga, Sevilla, y Portsmouth de Inglaterra, pensaba jugar un año en Peñarol de Uruguay y luego retirarme. Es cierto que todos los días me levanto con el pie izquierdo, que se me dañó el caminado", pero rara vez estoy de mal humor y he demostrado que eso nada tiene que ver con la mala suerte. Adriana, mi mujer, dice que estoy peor que antes, pues con muletas y todo sigo saliendo a las discotecas, voy a la playa, paseo en barco y recorro a caballo mi campo "33" y veo los animales (vacas, ovejas y caballos árabes). Por estos días estoy preparando mi debut como conductor de televisión. Voy a hacer un programa de entretenimiento para divertirme y divertir al público, pues no puedo vivir con ese mal recuerdo a cuestas. Solo hay un detalle que me inquieta. Cuando perdí la pierna dije: se acabaron los entrenamientos, ahora voy a poder dormir hasta tarde, pero ahora que estoy mejor, de vez en cuando me toca llevar a mi hija Celina al colegio…a las siete de la mañana. Eso todavía no lo he podido asimilar.