4 de agosto de 2009
Ábrete Sésamo
Cuando años atrás estudiaba teorías de la
comunicación, siempre tuve como referente un modelo fijo, cerrado y
lineal. El proceso comunicativo tiene un emisor que emite mensajes y un receptor que
los recibe.Y obviamente dentro del mismo esquema la manera y su estilo varían. Pasamos por
la alienación. La de las masas pasivas, receptores sin criterio y decisión.
Luego entendimos que los receptores eran inteligentes y que podrían
escoger y decidir. Pasaban entonces a ser activos y críticos.
Y así sucesivamente, estilos varios iban marcando esta relación lineal entre
emisor y receptor. Pero puedo decir que por primera vez en la vida el modelo de comunicación ha
mutado.
Ahora los roles se confunden y la línea se convierte en un círculo. Los
receptores se han vuelto emisores. Y los emisores, receptores. Gracias al
impacto del mundo digital, a la web, los blogs, a la telefonía, los
anteriormente llamados receptores están generando contenidos y están
comenzando a emitir. Han pasado de ser pasivos a ser activos. La revolución de
la comunicación y del mercadeo es total.
Ahora vemos en Estados Unidos las agencias publicitarias
reinventándose.
Vemos a los consumidores creando campañas. Grandes marcas comienzan a
depositar en las manos de las personas espacios para gestar ideas. Disney, Coca-cola, General motors, Doritos, se convierten en espacios de comunicación
abiertos y con posibilidades de interacción entre las personas y la imagen de
los productos.
Los departamentos creativos de las agencias pasan de estar conformados por
cientos a tener millones de personas aportando pensamientos.
La comunicación ya no se aplica a la vida. Ahora la vida se aplica
a la comunicacion.
Y esto hasta ahora comienza. Grandes cambios vienen. Las mentes triunfadoras
serán las mas abiertas y aquellas que amen profundamente la constante evolución.
Hoy más que nunca evoco aquella frase que dice que la mente es como
un paracaídas.
Funciona mejor cuando esta abierta.
Viva este nuevo mundo.