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15 de septiembre de 2009

Almorcemos, Presidente

Por: Daniel Pardo

Hay muchas formas de resolver el almuerzo ejecutivo en Nueva York. Está, por ejemplo, la ensalada para comerse en el parque por estos días de sol y temperatura decente. Lechuga, queso, aceitunas, alcachofas y un par de cosas más, por 9 dólares con un jugo Tropicana de caja. Puede, también, hacer el sánduche en el mismo Deli, que termina saliendo igual. O ir a alguna sanduchería vietnamita donde se puede conseguir una Baoguette rellena de vegetales por 5. Obvio, siempre está disponible la pizza de queso o un especial de restaurante por el que termina comiendo sanamente por unos 14 dólares. Lo que es un hecho, sin embargo, es que los gringos prefieren comerse en el escritorio un sánduche traído de la casa; así ahorran tiempo y plata.

Por encima de todo esto está el Greenwich Village, el barrio donde están los restaurantes más sofisticados –y en sus gran mayoría ricos- de la ciudad. Allí, en Il Mulino, estuvieron ayer almorzado Obama y Clinton.

Después del discurso que dio Obama en Wall Street sobre el primer aniversario de la crisis y la reforma a salud, se encontró con su colega de Partido para disfrutar de “una ensalada, un pescado y pasta”, como dijo Billy después. Les cerraron el sitio, claro, y la cuenta la dividieron por la mitad, según afirmó Robert Gibbs, Secretario de prensa de la Casa Blanca. ¿De qué hablaron? ¿Hablarían de la nominación que Barak le quitó a Hillary? Gibbs dijo que se concentraron en lo temas del discurso, y Clinton dijo que fue más un almuerzo de amigos, ya que no se sentaban solos desde el año pasado. Sobre el restaurante, el Ex también dijo que “claro que estuvo rico, es Il Mulino, ¿cómo no va a estar rico?”

En efecto, sí que se trata de uno de los mejores. Lleva 20 años con más de 27 puntos en la guía Zagat a punta de experimentar con la cultura de la región Abruzzi italiana, lo que quiere decir que reinan sabores fuertes con sal, ajo y picante. A pesar de que ternera y maricos son las especialidades, New York Magazine recomienda los raviolis caseros con trufas negras y crema de Champaña. Los precios oscilan entre los 40 y los 80 dólares por persona, sin contar el vino, que ve desde 35 hasta 300. En otras palabras, así quién no quiere ser Presidente.