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7 de septiembre de 2009

De apuestas y goles

Por: Andrea

Veo que hay muchas reacciones sobre los que quieren saber de mi vida y los que prefieren saber solo de mis encuentros sexuales. Trataré de mantener el equilibrio en todo lo que cuento para mantener el interés de la mayoría. Quiero que sepan que todos sus comentarios son importantes para mí excepto el del tal Juanchorrois que sigue insultándome pero del que, estoy segura, es el que más se interesa en mí ¿para qué me lees si no te gusto? Les confieso que ahora me detengo en cada uno de sus comentarios porque, por un lado me hace sentir feliz, acompañada, importante; y por el otro, me incita a escribir más y más sobre las cosas que a lo mejor yo sé y a ustedes les puede servir. Me alegro mucho que escriban los domingos. Ahora, desde mi cama, abro mi computador y me siento acompañada, siguen siendo días tristes de alguna manera pero la compañía de ustedes me hace sentir muchísimo mejor. Es ahí cuando me dan ganas de mostrar mi cara y decir a los cuatro vientos que soy Andrea y que quiero que todos y tas ustedes sean mis amigos, que me quieren por lo que soy.

En fin, son arrebatos, pero es que jamás pensé que este blog tomara estas dimensiones. Hasta ver tantos fanáticos en facebook me impresiona, soy famosa aunque nadie me conoce, nadie sabe quién soy. Respondo algunas dudas. ¿Por qué las esposas pierden el apetito sexual con sus esposos? Yo he hablado varias veces que me tocan muchos hombres que se aburren de sus esposas porque todo cae en la monotonía y, ahí, empiezan a tirar una vez al mes y eso. Lo otro es que las mujeres a veces no son lo suficientemente complacientes y se limitan a ponerse boca arriba y esperar a que el tipo se los meta y ya. Yo insisto en que deben ser creativas, de vez en cuando mamarle la verga a su esposo como cuando eran novios, ponerse en cuatro y pedirle que se lo metan. Masturbarse delante de ellos, tocarse, jugar. Yo he pensado mucho en eso, y finalmente lo que buscan mis clientes es todo lo que sus novias o esposas no les dan y, créanme, no es nada del otro mundo, solo experimentar con sus cuerpos. Qué más rico que tener la confianza de decir que me gusta más arriba o abajo o por detrás. Ojo: aquí hablo para las mujeres, nunca dejen de cuidarse, vayan al gimnasio, nunca descuiden su cuerpo, el hombre siempre querrá una hembra al lado suyo. Así es.

Otra pregunta y otra respuesta: no lo he hecho con la regla. Si tengo la regla no trabajo. Es por higiene aunque sí hay tipos que me dicen que no les importa. Hay clientes de mucha confianza que me llaman tipo 12 de la noche o 2 de la mañana porque andan volados de sus casas y me buscan. Yo les digo que no puedo o a veces me pagan solo para que les haga sexo oral. Y ahí sí acepto. ¿Me he sorprendido con algo físico de alguien?, me pregunta alguien de ustedes. Sí, la verdad una vez una vieja me salió con otra teta. Casi abajo de su costilla tenía como otra teta con pezón y todo, fue impresionante, no era una teta exactamente pero sí muy parecida. Ni ella ni él dijeron nada pero a mí me impresionó para mal. También un tipo que tenía muchos tatuajes, casi todo su cuerpo tatuado, no se le veía casi la piel de la cantidad de tatuajes que tenía. De resto casi todo es dentro de lo normal. Y la última pregunta por hoy es que si mi familia me cree cuando les digo que trabajo en eventos, les digo que sí. Sí me creen porque nunca estoy hablando de lujos o de ropa cara. Cuando hablamos por teléfono, solo les digo que estoy bien, que vivo tranquila, que salí de clase, etc, etc. No crean que una prepago anda en BMW y vive en apartamentos de 200 metros cuadrados. Yo, si me ven, me veo como una mujer normal, con ropa bonita, pero no ando en carro, y mi apartamento es bonito pero no muy lujoso para el barrio en el que vivo. Yo prefiero ahorrar y ahorrar. Como por fuera cuando me invitan y solo pocas veces con un par de amigas. De resto no tengo exageraciones como para que mi familia sospeche de mi trabajo.

Y lo que quería contarles es que este sábado casi lo termino dando gratis. Sí, como lo oyen. Estábamos con un cliente, una amiga que es prepago y un amigo de él. Los cuatro nos fuimos a ver el partido de Colombia a su apartamento y antes él hizo una polla. Yo dije que quedaba uno a cero y él dos a cero, pero además apostamos por Argentina-Brasil y yo dije que Argentina ganaba dos a cero y él tres a uno como finalmente quedó. Antes del partido me comenzó a molestar con eso, que si salían esos resultados que si se lo daba gratis. Yo de boba, pues era muy difícil que le cachara a los dos (no servía uno sino los dos), acepté. Me dio tanta rabia que mi cliente solo se reía y al final me dijo que no me preocupara que después veíamos si me pagaba algo. El hecho es que, como me ha pasado varias veces con otras prepagos, los dos tipos querían primero que todo un show lésbico. Cuando trabajo con otras prepagos, tenemos como tácticas, nos gusta tocarnos el culo y las tetas y lamernos muy rápido. A veces nos metemos los dedos, una a la otra, pero todo es como si fuera un “show”, literalmente, pues ya sabemos que lo que les excita a los hombres es vernos frotándonos y acariciándonos pero como sabemos que es un show, yo casi no me excito, si es muy premeditado, no. Pero esta vez fue diferente porque los tipos no querían comer cuento tan fácil y después de que llevábamos un rato tocándonos y besándonos me hicieron sentar en un sillón. Yo estaba desnuda ya y uno de ellos me cogió las dos manos y el otro abrió totalmente las piernas y le dijeron a la otra niña que me chupara (eso no estaba dentro del show). Ahí sí perdí el año, como dicen. Una cosa es fingir caricias y otra es que me chupen y pues ella es una experta (nosotras sabemos muy bien lo que queremos entre mujeres). Me pasó la lengua varias veces despacio y luego con los labios mordisqueaba mi clítoris, succionaba y lamía, la combinación perfecta. Traté de aguantarme pero fue inevitable, me vine delicioso. Mientras estos tipos ya me cogían las tetas. Después el turno fue para ella. Se sentó en el mismo sillón, cada uno le abrió una pierna y la sostenían con sus manos y su cuca me quedó despejada. La chupé como Dios manda y la pobre trataba de cerrar las piernas como para apretar mi cabeza con sus muslos pues estaba muy arrecha, pero ellos no la dejaban, así se vino muchísimo, el sillón estaba empapado.

Y, bueno, tenía que pagar mi apuesta. Mi cliente me llevó hacia el sofá, me puso en cuatro y me clavó. Lo mismo hizo su amigo con ella, en el sillón anterior. Admito que fue delicioso, cuando me chupan, mi clítoris queda muy sensible y cuando entra la verga se siente mucho más. Una buena chupada antes de tirar es clave, estimula demasiado. Obvio, me vine un par de veces más hasta que él se vino dentro de mí gritando como un loco. Al final, menos mal le sobra plata, me pagó todo el servicio pero aprendí que no debo apostar nunca más. Eso sí, esta vez creo que contra Uruguay ganamos con gol del papacito de Falcao García pero no apuesto por eso.

P.d. Tengo muchas preguntas por responderles, espero hacerlo esta misma semana. No dejen de escribir, los quiero mucho.