EL HOMBRE MEDIANO I

¿Quiénes de ustedes están realmente vivos? Sí, ya lo sé, trabajan, estudian, van de compras, escriben, pintan, se sienten más avispados que nadie, más honestos, más apropiados. Ustedes justifican cada uno de sus actos, tienen la filosofía de sus propias actitudes, se fijan objetivos. Si por un instante se detuvieran a pensar, si tuvieran ese ápice de lucidez, si un rayo partiera en dos la farsa de sus convicciones y los dejara desnudos frente a sí mismos… Los más pendejos se agitan en vano, defienden con uñas y dientes su pequeña porción de esa inmensa torta de mierda que llaman realidad. Me divierte y asquea la gente que se toma en serio, esos pequeños seres a quienes un dios implacable les extirpó para siempre el sentido del humor. Y trabajan, discuten, se sienten parte de algo. ¿De qué rayos? Unos y otros son juguetes inanes, grises habitantes de un mundo fantasma.