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11 de junio de 2009

La Hojarasca

Por: Juan Carlos Ortiz

Uno de los placeres visuales y estéticos de la vida es sin duda vivir la experiencia del otoño.

Ver las hojas naranja volar y caer mágicamente con el viento. Inspirado por este evento natural, licitamos y ganamos el desarrollo creativo para el lanzamiento de un shampoo anticaspa mentolado para toda latinoamerica.

La idea creativa radicaba en resaltar la analogía simple y contundente  entre la caspa y un bosque. La manera natural de acabar con la caspa.

El pelo sería los palos altos de un bosque y la caspa serían las hojas otoñales en el piso. El visual es un viento que sopla por el bosque para levantar y sacar todas las hojas del piso, dejando el suelo completamente limpio. Una forma natural, sencilla y atractiva de mostrar el efecto del mentol para eliminar este problema del cuero cabelludo.

Para ello necesitábamos una toma continua en un bosque de Chopos, palos altos, durante la estacion otonal. Teníamos visto un bosque en Burgos, España para filmar en noviembre en pleno otoño.

Estábamos listos para viajar y comenzar el rodaje, cuando nos avisaron que el invierno se había adelantado en la península ibérica y una nevada había dañado por completo el bosque que teníamos previsto.

Pensando en una solución rápida, optamos por irnos al otro lado del mundo para esquivar el invierno y entrar en la estación opuesta. Nos fuimos para Argentina, donde hasta ahora comenzaba el verano.

Encontramos el bosque ideal al sur en Bariloche.
El problema radicaba en que no había hojas de otoño. ¿Qué hacer?

Pues si Mahoma no va a la montaña, entonces la montaña irá donde Mahoma.
Finalmente optamos por importar el otoño. Trajimos las hojas desde España.
Un comercial verdaderamente iberoamericano. La creatividad colombiana, el bosque argentino y el otoño español.

Así rodamos con éxito el comercial bosque. Un éxito de negocio, un éxito creativo internacional.

Un perfecto ejemplo que demuestra que llegar a lo simple siempre es muy difícil. Que el arte de la sencillez siempre trae por detrás muchas más horas de pensamiento y de trabajo de lo que la gente puede llegar a imaginar.