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24 de febrero de 2009

La hora de la verdad

La hora de la verdad

Por: Juan Carlos Ortiz


El Festival de Cannes es sin duda el máximo referente que tiene la industria y la creatividad publicitaria en el mundo.

Los mejores trabajos creativos, miles de ellos, cruzan los cinco continentes para encontrarse y competir aca.

Es una verdadera torre de babel que premia lo mejor, pero a la vez genera tendencias creativas visuales y sonoras para el planeta. Es un festival que reconoce la creatividad en su máxima expresión. Una fiesta a las ideas mas novedosas del globo.

El jurado de Cannes se reúne durante varios dias, analiza los trabajos y discute bajo un duro criterio quiénes deben ser los galardonados con el siempre sonado y dificilmente cazado "leon de oro".

Pero paralelamente a todo este proceso, existe un ritual maravilloso, generado por los espectadores. Los trabajos son proyectados y expuestos al público en los teatros del gran palacio de Cannes. Allí se reunen durante una semana miles de personas para presenciar las ideas y las piezas que compiten. Y si el jurado de Cannes tiene fama de ser duro y difícil de doblegar, el público en Cannes es aún más reconocido por contundente y severo.

Cuando proyectan la pieza, el público tiene tres reacciones masivas ante ella. Si la consideran como un trabajo promedio, ya visto, cliche o standard, la chiflan a reventar. Sin escrúpulos.

Cuando la catalogan como aceptable o relativamente buena, optan por el silencio. Silencio absoluto en la sala.

Pero cuando la perciben como sobresaliente, con un caracter de innovacion, de diferenciacion, la pieza es aplaudida a rabiar. Y créanme, llegar a ser aplaudido en Cannes es motivo de gran orgullo.

Pasar la prueba del público de Cannes es sin duda una ácida y dura experiencia. Sin concesiones, sin política, solo por gusto, por calidad inmediata y reconocida . Es además un gran termómetro para la gran premiación y el verdicto final del jurado.

El chiflido, el silencio y el aplauso. Tres instancias, tres criterios de juicio que han hecho famoso al público que asiste al Festival Cannes de la publicidad y por los cuales todos los participantes tienen que pasar, someterse y superar emocionalmente. Momento donde he visto llantos, rabias, éxtasis, crisis y gritos alrededor de esto. Todo tipo de reacciones ante la voz inclemente del público.

Es sin duda una demostración más que estamos en la era de la gente que participa interactivamente en el mundo de las comunicaciones. Es la hora de la verdad.

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Este año tengo el honor de haber sido elegido miembro del jurado de Cannes, y sin duda espero que nuestra selección oficial como jurado de alguna manera coincida con estas tres reacciones espontáneas. Francia lo dirá, y desde allá lo comentaremos.