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20 de noviembre de 2009

Lo que vende el porno

Andrea habla de las fotos de Nacho Vidal en SOHO y opina sobre lo que le porno ha vendido y cómo lo ve desde su trabajo como prepago.

Por: Andrea

Estoy sorprendida con la nueva revista SOHO que me acaba de llegar a mi apartamento. Les puedo decir que las fotos de Nacho Vidal me dejaron boquiabierta. Y de inmediato pensé en ustedes porque, si la ven, van a entender de qué les hablo. Como la verga de Nacho Vidal, me ha tocado muy poco. No todos los tipos están tan bien dotados como él y, claro, yo sé que ese es su éxito y su fama mundial. El mundo del porno vende penes grandes, enormes, así como tetas grandes y llenas de siliconas. Les digo que a mí no me mata las vergas tan grandes. Chuparlas es un complique y cuando una no está tan mojada, cuando entran, entran rozando, lastimando, no se siente tan rico. Hay días en que sí se siente más y si el tipo está bueno pues no hay problema, pero el de Nacho se ve realmente grande. Estuve comentando las fotos con una amiga que también es prepago y no nos aguantamos las ganas de chismosear y nos metimos a internet a buscar películas suyas solo para ver cómo era eso parado. Y vi lo que sospechaba, un tipo rudo, agresivo, con una verga enorme y viejas atorándose mientras se la comen. Nada del otro mundo. Les digo que el porno vende algo que a las mujeres no nos gusta del todo y eso que yo soy una puta. Me imagino que ustedes han visto mucho porno y habrán notado la poca atención que le dan a besar las tetas, a besar el cuello de una mujer, de tocar su clítoris con suavidad. Todo se ve muy falso. El sexo bueno y real está lejos de lo que se ve ahí por muy Nacho que sea. Yo que trabajo con sexo, les puedo decir que a las mujeres nos gusta que sientan nuestro cuerpo, que nos toquen hasta que uno sienta que cada nervio está sincronizado para producir placer. Hay un cliente que le encanta morderme el culo, pequeños mordiscos, a veces me da cosquillas, pero también hace que me moje, eso es rico, se siente rico, por ejemplo. Vi una escena donde dos mujeres, después de que el tipo se les viene en la cara, se pasan el semen de una boca a la otra. Yo no soy prejuiciosa, sobra decirlo, pero esa imagen es solo para complacer a unos depravados, ese porno ni ese sexo nos gusta a las mujeres. !Y eso que yo he tirado con muchas mujeres! ¿Por qué les escribo esto? Porque muchos de ustedes me piden consejos, asesorías, y es difícil atender tantas preguntas. Me piden que abra un correo para atender personalmente dudas. ¿Se imaginan? Lo haría feliz, pero no me quedaría tiempo. No es que no me interesen, al contrario, todo lo que me preguntan es importante para mí, pero opto por tratar de hablar generalidades que a lo mejor hacen que se identifiquen con cada uno de sus casos. Hablo del porno y de la idea que vende porque todos vemos porno. Y por eso les digo que es una mentira pensar que todo es así como se ve. Delicioso mamar una verga y también rico sentir las tetas de una mujer rozando las mías, como también me moja saber que una vieja está húmeda viéndome, pero todo tiene un punto medio. Hay algo que les puedo decir y que no tiene pierde, ya se los había mencionado en una entrada anterior, y es introducir un dedo en la vagina y otro en el culo. Cuando los dos dedos están adentro, la idea es tratar de juntarlos, como si por dentro se fueran a tocar (cosa que no va a pasar) pero sí alcanzan a rozarse. A mí eso me enloquece, es como la doble penetración pero sin ser tan burda, no es tan dolorosa y sí muy placentera. A los hombres que me piden consejos, díganle a su novia que lo intenten una vez y verán. Es delicioso. Quería, hablando de esto, hablarles de que en medio del sexo para nosotras las prepago, el tema del beso es casi un mito. Es curioso, aunque sí lo hago y de vez en cuando, normalmente no me gusta besar a mis clientes. Digo que curioso porque al final tengo intimidad con vergas y dedos adentro de mi cuerpo y le pongo más problema a un beso con lengua. Es una contradicción pero es así. Si están con una puta, seguramente ella les dará de todo, pero no les pidan un beso. O puede que sí, pero no será tan fácil. Es el gesto de mayor intimidad para una mujer que vive del sexo. No sé por qué, no tengo la razón, pero cuando un cliente se me acerca, yo volteo la cara, hago gestos o me las ingenio para no tener que besarlo. Gajes de mi oficio. Me preguntan por mi vagina, que si la tengo grande de tanto tirar. Me da risa esas preguntas pero entiendo. Es de un tamaño normal y no creo que ya se me vaya a ensanchar, por si acaso. Quiero decirles que he pensado mucho, después de que mi amiga me lo propusiera, de dar la cara algún día y decir quién soy. Vi el link de la señora que tenía un blog parecido en Inglaterra y un día, sin más, reveló su identidad. Si decido empezar esa nueva vida, no sería una mala opción, sería publicidad para mí, tengo que tener muchas agallas para enfrentarlo y decir que en efecto fui prepago pero que quiero seguir con otra vida. No sé cómo sería la reacción de la gente pero al ver la noticia me quedé pensando. ¿Ustedes qué opinan? ¿Mejor sigo con el antifaz y ya? Se está acabando el año y me impresiona que este blog haya durado tanto. No pensé que fuera así. A veces me dan ganas de quitarme la máscara, de contarle todo a mi familia, a todo el mundo, de que me acepten o no pero como soy. Me gustaría saber quiénes de todos esos clientes que me buscan podrían ser simplemente amigos míos sin esperar un polvo a cambio. Me gustaría saber y medir a los hombres para ver quién de verdad quisiera salir conmigo a pesar de que sepa que soy Andrea, la prepago. ¿Todos serán como el baboso de la universidad? Yo espero que no. Tarde o temprano todo se sabe y el pasado no se puede ocultar toda la vida. Ya viene diciembre, un mes que odio, pero es un mes de reflexiones, de pensamientos, de mirar que un año se ha acabado y que viene otro y que es hora de decidir si voy a seguir en lo mismo o no. Final rosa o no, como dirán los que me odian. Lo que sí les puedo decir es que de este año lo mejor fue este blog, porque los conocí a todos ustedes, me sentí importante y acompañada. Leo cada uno de sus poemas y mensajes y eso no tengo cómo pagarlo. Quiero compartirles una de mis canciones favoritas, solo para que sepan lo que siento y pienso. Hay muchas versiones pero esta es la que más me gusta. Yo quiero un tipo que me componga una canción así. Que algún día me quiera así sepa que trabajé en esto. Que pasen un buen fin de semana.