25 de octubre de 2009
No contaban con su astucia
Vermont, un estado en la región de Nueva Inglaterra cuya ciudad
más importante es Burlington, es una tacita de té. Por eso, la revista Forbes
lo llamó el año pasado el Estado más verde de Estados Unidos. Porque
abundan los árboles, las fincas, los jardines, y porque no tiene un
sistema de transporte masivo, sucio y alevoso. La mayoría de los
edificios están cerificados por el Consejo de Edificios Ambientales
(LEED) y la mayoría de la inversión pública se va en hacer del Estado
uno más verde, en términos ambientales, claro. Vermont es, así, el
ejemplo a seguir, según Forbes.
Pero Forbes está equivocada, dice David Owen, periodista de The New Yorker, en su columna en el blog ambiental de la Universidad de Yale, Environement 360.
Lo dice porque lo habitantes de Vermont gastan 100 galones de gasolina
más que el gringo promedio, porque su sistema de tránsito se reduce a
buses y porque sus habitantes no son concientes del daño que hacen al
dejar la luz prendida, por ejemplo. Es decir, según Owen, Vermont es
como un país tercermundista: si bien no está desarrollado, y por eso
aparenta ser verde, el impacto que genera en el ambiente es incluso
peor del que produce una metrópoli.
Entonces, ¿cuál es el
lugar más verde de Estados Unidos? Para nuestra sorpresa, la ciclópea
Nueva York. Porque los neoyorquinos son los que menos gasolina y
electricidad consumen en el país, porque las distancias son pequeñas,
porque el sistema de transporte es ambientalmente eficiente, porque sus
residentes son los más deportistas del país, porque un apartamento es
más eficiente que una casa, porque la gente tiene conciencia ambiental.
Es decir, porque ésta es una metrópoli desarrollada en pocos metros
cuadrados, donde todos viven apeñuscados y donde, por consiguiente, se
maximizan los recursos, Nueva York resulta ser la ciudad que menos rejo
le está dando al ambiente por estos días.
Al señor Owen le
faltó mencionar que el próximo domingo se llevará a cabo la mítica
maratón de Nueva York, con sus habituales 40 mil participantes, lo cual
es un argumento más para graduarla como la líder en el fomento de la
sanidad ambiental.