5 de noviembre de 2009
Piso 27
Por: Daniel Pardo
Así que los Yankees ganaron
la Serie Mundial, después de 9 años, con los ojos cerrados. Los Philies
no dieron la talla, y Andy Pettitte, de pitcher, y Hideki Matsui, en el
bate, estuvieron formidables. ¿Algo de especial? Más bien poco, fuera
del dive bar lleno de gordos con cachucha y monas confundidas, donde la
cerveza es el pasante del whiskey en shot y donde la posibilidad de
aburrirse es muy alta. El plan de ver béisbol no es ver béisbol. Sino
socializar, tomar y comer alitas de pollo con salsa barbeque. Y no es
que a la gente no le guste ni sepa del deporte. Es que el béisbol, como
tal, da para aburrirse, sus momentos altos son pocos y la mecánica es
monótona. No es mi opinión: los mismos gringos lo dicen, y les gusta:
Dashiell Bennett, editor del blog deportivo Deadspin,
dice que "esa es la gracia: poder socializar mientras el partido avanza
y uno espera por los highlights". ¿Entonces qué de interesante tuvo la
noche de ayer? Las fotos de las celebraciones, que de revoltosa tuvo
muy poco, y el hecho de que, sorprendentemente, todos los medios usaron
el mismo titular: Cielo 27. Acá, entonces, los verdaderos highlights de la noche: