17 de julio de 2009
Sicóloga de hombres
Estoy feliz con este blog, creo que
nunca antes me había sentido tan importante en mi vida. Por ahí alguien dijo
que me había vuelto "La puta más famosa de Colombia", y bueno, por
qué no, si es así, que así sea, me gusta. Entre ser una puta más y ser la más
famosa pues prefiero ser la más famosa. Es más, ustedes mismos me han sugerido
escribir un libro y ese título no sería nada malo: Memorias de la puta más
famosa de Colombia. ¿Se lo leerían? Contaría mucho de mi vida antes de
volverme puta y, claro, le daría orden a tantas ideas sueltas que he escrito en
este blog gracias a sus preguntas. Todos sus comentarios me llenan, me hacen
sentir feliz, antes no miraba internet casi y ahora me asomo cada vez que puedo
para ver lo que me dicen. Siguen los insultos, claro, pero ya no me importan,
prefiero leer los que sí quieren saber más de mi oficio y de mi vida.
¿Qué cómo va lo de salir desnuda en
SOHO? Pues va bien, un día me animo, otro día no tanto, pero les aseguro que no
he parado de ir al gimnasio por si me decido, quiero que me vean como toda una
hembra, no quiero tener que envidiarle nada a todas estas mamacitas que salen
en esta revista. Pero, les juro, yo no me creo menos. Mi cuerpo es lindo, mis
clientes me lo dicen y por eso me buscan varias veces. Eso no pasa con todas
las prepago. Hay unas que llaman y no las vuelvan a llamar por feas o por
flácidas. Yo tengo un cuerpo firme, como ven, soy educada, y no me da miedo
hablar de lo que sea. En la revista me insisten que dé la cara pronto y que la
revista se agotaría de una. Yo no sé si dar la cara, ustedes se estarán
imaginando muchas cosas conmigo y no quiero defraudarlos. No porque sea fea,
sino que veo por sus comentarios que me imaginan de mil maneras.
¿Que si hay descuento por mis
servicios para ustedes? Cuando salga en SOHO cobraré más caro, obvio. Pero me
he encariñado con ustedes y lo pensaré, ¿por qué no? Finalmente me han
acompañado todos estos meses y siento que soy su amiga y que de alguna manera
me conocen. ¿Que si he ido a La Piscina? Sí he ido, algunas veces me voy de
fiesta allá y a otro sitio. Una vez un cliente me llevó dizque para darle celos
a una niña que trabajaba allá. Ya ven que en mi trabajo hay de todo. Hombres
que se enamoran de uno y de las putas en general es lo que sobra. Vayan a
cualquier puteadero y verán, la frase preferida de toda puta es "el que se
enamora pierde". Y verán cómo les dicen con fulanita no se meta que ahora
más tarde llega el "duro", o con la otra no se meta porque es la
preferida del Coronel X, y así. Más de uno, con plata, compra el cuerpo pero no
la cabeza de las putas.
Por eso, prefiero trabajar afuera de
esos sitios. El que me llama está más cómodo porque nos vemos donde quiere y no
debe estar pendiente de que alguien lo vea en una whiskería o algo así. Los
hoteles se han vuelto, de paso, unos moteles. Y los dueños lo saben. No hay
hotel que se salve de eso, de extranjeros que llegan con una prepago. Yo voy a
uno muchísimo, cerca de Unicentro. Allí me citan y allá llego y muchas veces.
Les quería decir que en este trabajo
uno conoce mucho a los hombres. Cada vez que abren la puerta donde me citan,
los miro a la cara y ya sé cómo son. Hay unos formales, tímidos, que a pesar de
pagar me tratan como si fuera un cita más; pero hay otros que apenas abren la
puerta ya me dicen que me quite la ropa y que me ponga en cuatro. Otros que me
dicen que solo quieren conversar, que pasa mucho y por eso me siento como una
"sicóloga". Me hablan de su soledad, de lo mal que van en el
matrimonio, de sus crisis con el sexo. Una vez, un tipo me decía
"tía" y no porque fuera español, sino porque vivía enamorado de su
tía, y me lo dijo. El tipo tendría unos 20 años y me dijo que el amor de su
vida era su tía y así, como si nada, me comió, diciéndome "tía" todo
el tiempo. Uno cuando abrió la puerta me tumbó al suelo de una y me empezó a
tocar. Otro me pidió que me orinara encima suyo. No sé qué sienten con eso,
pero este tipo como otros tipos, ni siquiera necesitan tocarme o lamerme,
solo quieren sentir la orina en su pecho o en su cara. Y lo hago porque no hay
plata más fácil que esa: !orinar tipos!
¿Les cuento algo para no molestarlos
más por hoy? Lo que más me gusta es que, a veces, hay tipos que solo quieren ver
cómo me masturbo. A veces me llaman y me dicen que traiga un vibrador. Y me
gusta porque ellos me piden solo eso, que me masturbe y nada más. Yo feliz
porque cierro los ojos, sé que el tipo está pajeándose mientras me ve y yo me
dejo ir. Me froto lentamente el clitoris con los tres dedos del medio y de vez
en cuando me meto un solo dedo (muchachos: la clave del dedo no es meterlo a la
topa tolondra), el placer está en el clitoris, por fuera, y de vez en cuando un
dedo adentro, no muchos ni rápido. Cuando metan el dedo dóblenlo. Lo estiran y
lo doblan adentro, no es meterlo hasta el fondo-fondo, es meterlo y doblarlo, y
no se imaginan lo que es eso. Me puedo venir mil veces si quieren. Lo mismo con
la lengua, la clave es el clitoris, ni meter la lengua hasta no sé dónde. En
fin, como les cuento, abrir mis piernas y sentir que me ven y que nadie me va a
tocar, me arrecha mucho. Me siento cómoda, excito al cliente y yo, de paso,
tengo orgasmos de película. Claro, antes de hacerlo de frente, les muestro el
culo y también paso mis manos por detrás y me froto lentamente.
Espero que pasen un buen fin de
semana, los que tengan novia aprovechen y tengan buen sexo, es el mejor plan...