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3 de febrero de 2005

Carolina Acevedo

Unas palabras sobre mis tetas

Por: Carolina Acevedo
| Foto: Carolina Acevedo



Expresión: (Del lat. expressi?o, -o¯nis).
1. Especificación, declaración de algo para darlo a entender.
2. Palabra o locución.
3. Efecto de expresar algo sin palabras.
4. Viveza y propiedad con que se manifiestan los afectos en las artes y en la declamación, ejecución o realización de las obras artísticas.
5. Cosa que se regala en demostración de afecto a quien se quiere obsequiar.

Tetas, senos, melones, puchecas, busto, pechos, teclas, maruchas: todas sinónimos. Sin embargo, los significados que se les han atribuido a lo largo de la historia raramente han develado lo que para las mujeres significan. Para mí es simple: expresión.
Por lo menos hablar de nuestras tetas ya no es casualidad. Cada vez más y con mayor claridad las mujeres dejamos atrás taras y moralismos inútiles para expresar la libertad de nuestra mente y nuestro cuerpo porque vivimos en una cultura obsesionada por las tetas. El mercado ha encontrado posibilidades comerciales infinitas. Los senos de las mujeres se han convertido en el primer objeto publicitario de toda industria, "con unas buenas tetas puede usted vender lo que se le ocurra: REVISTAS, carros, motos, bebidas, cigarrillos, deportes y hasta uno mismo". Me pregunto, ¿las tetas son capaces de producir tales beneficios comerciales?
Puede que para SoHo sea una más, otra mujer que se "empelotó" en la revista. Sin embargo para mí, Carolina Acevedo, es una oportunidad única de expresar esa paz interior que va llegando en justas dosis a medida que una mujer crece y que le permite hacer este tipo de cosas sin ningún remilgo.
Este es el reflejo de mi alma, hoy por hoy, desnuda ante usted. Quise acompañarlo de unas palabras, no para justificarme, sino porque finalmente a usted se le puede borrar el recuerdo de mis tetas, después de ver otros cientos de pares de ellas en la televisión o en la cama. Estoy segura de que un buen par de tetas, solas, pueden pasar de largo. En cambio un buen par de palabras siempre quedan en la memoria.