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6 de mayo de 2004

Nicole Neumann

Claridad mental. Eso es lo que emana Nicole Neumann si por un momento alguien se atreve a dejar de lado sus piernas largas como la maratón de Nueva York, su cara de endiablada germana (padre y madre le donaron sangre austríaca y alemana) y su torso tan duro como el maderamen de un refugio alpino. Clara y recia: "No me gusta que me anden con vueltas. Toda esa cosa de 'te llamo mañana' o 'nos vemos no sé cuándo'...
Ese estilo no me va. Soy, con los tipos, al pan pan y al vino vino. Los histeriquitos me aburren".
Para la argentina que alguna vez recibió el año nuevo caminando desnuda por el campo "sintiendo el viento envolver todo mi cuerpo, el contacto del pasto en los pies" -desde ya pagamos por ver el atuendo con que celebrará su cumpleaños este 31 de octubre- las cosas no pueden ser de otra manera. La duda no tiene cabida en su vida. Lo demostró desde su mismo inicio como modelo. El primer golpe lo dio a los cuatro años con un comercial para televisión, pero comenzó en serio a los doce cuando un director de casting le sugirió la idea de vincularse a una agencia. Nicole no dejó en paz a su madre hasta que la llevó. De ahí salió con un contrato en la mano y un camino que en su recorrido la ha puesto a pelear por el título de nueva diva del cono sur con solo 23 años.
Usted podrá reconstruir este mes los argumentos de Nicole gracias al especial que Fashion TV preparó sobre la mayor de las Neumann. Porque su hermana, Geraldine, para nuestro regocijo decidió seguirle los pasos.