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17 de agosto de 2005

Valentina Acosta

Tiene todos los méritos para que la gente deje de hablar de ella como "la hermana de". pasó de presentadora a actriz y se prepara para su primer protagónico. Es única y está en SoHo.



A sus veintitrés años, de "hermanita de Juanita", Valentina Acosta no tiene un pelo. Sí, es su partner en todo desde chiquitas y vivieron juntas en Madrid más de dos años, durante los cuales fueron a la misma escuela de actuación (Juan Carlos Corazza), aunque en niveles diferentes. Comparten el amor por la actuación, pero son radicalmente opuestas en otras cosas. Juana es un volcán, extrovertida y explosiva. Valentina es como un valle, abierta y tranquila, pero también cautelosa. Tan dócil es, que pasó de un colegio como el Liceo Francés a terminar su bachillerato en el Femenino y, a pesar de la brecha tan grande que existía entre los ideales del colegio y los suyos, pasó invicta. En su camino, que ha sido trazado entre Cali, Brighton, Madrid y Bogotá, ha encontrado su esencia y ha dejado sus huellas. No se preocupa ni un solo poquito por que le digan que es la sombra de su hermana. Todo lo contrario: Juana jamás la ha opacado. En muchos sentidos la ha alumbrado, pero su brillo personal se vio en los pequeños papeles que hizo cuando llegó de Madrid, y se reconfirmó cuando se convirtió en la presentadora del Videódromo de Mucha Música, en Citytv, donde demostró que es una estrella con luz propia, como Madonna, que es su diva preferida.
De alguna manera la actuación fue su encuentro con la psicología, que fue la carrera que siempre quiso hacer. Los ángeles de La Mega, Francisco el matemático y Un ángel llamado azul fueron sus primeros pinitos. Ahora tiene un papel de reparto en la telenovela Lorena y pronto veremos su primer protagónico en Merlina, mujer divina, una nueva novela dirigida por Pepe Sánchez. Ahí, en la actuación es donde se siente cómoda por el momento, aunque no descarta la presentación. Después de verla posar para estas fotos y de oír su voz clara y acaleñada, queda claro por qué Valentina ha sido la musa para una canción del último disco de Cabas que es casi tan increíble como ella.