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10 de noviembre de 2006

soy el dueño de... La Whiskería de la 49

Empecé en este negocio como portero hace 31 años. Ahora tengo 46, o sea que desde los quince estoy trabajando aquí. Nací en Santa Rosa de Cabal, crecí en Manizales y cuando me vine a Bogotá encontré esa posibilidad de trabajo y la acepté. Poco a poco fui ascendiendo. Primero como mesero, luego como administrador, hasta que decidí arrendar el local y comprarlo. Eso fue hace quince años, pero el lugar era muy pequeño, con solo diez mesas. Hoy tiene diez metros de frente por noventa de fondo, seis pisos, diez habitaciones sencillas y diez suites que valen ochenta mil pesos la hora. También tiene casino y una sala de belleza con estilistas profesionales. Lo que más funciona es el trago, los clientes toman todo tipo de licor desde setenta mil pesos en adelante. Aquí trabajan casi cien mujeres, más otros cincuenta empleados. Me gusta leer revistas de decoración y me siento orgulloso de haber remodelado y diseñado este lugar a mi gusto. Actualmente estoy trabajando en una nueva ampliación que tendrá un área de shows espectacular, mucho más grande que la de ahora. Incluso tengo un apartamento para mí, aquí mismo en La Whiskería, y una oficina para atender negocios o para cuando quiera privacidad. No creo que haya un lugar parecido en Colombia y, aunque me lo han propuesto, no he pensado montar sucursales en otras ciudades. Yo estoy aquí todas las noches para que el negocio marche bien, y si por alguna razón tengo que viajar, está mi hermano, que es el administrador, o alguno de mis cinco hijos. Mi esposa sabe del negocio, le dan un poco de celos, pero ya se acostumbró. Es un trabajo, así debe entenderlo. Tengo otras actividades, como mi Club Gallístico J Jota, en Chinauta, que también ha crecido mucho y tiene capacidad para mil personas. Viajo por Colombia con mis gallos de pelea y los segundos jueves de cada mes invito a todo el gremio gallero a desafíos. Soy feliz con mi trabajo y, hablando de La Whiskería, nunca he pensado en vender el negocio. Por el momento, seguiré aquí, recibiendo a tantos clientes que vienen cada noche.