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8 de febrero de 2006

Mitos sexuales

¿Pelos en la mano de quien se masturba? ¿Una fórmula confiable para descubrir una desfloración? ¿un método para alargar el pene? toda la verdad y nada más que la verdad según Humberto de la Calle.

Por: Humberto de la Calle

Parece que el sexo es muy antiguo, aunque tampoco hay evidencias suficientes. Algunos aseguran que se remonta a la época de Adán y Eva, sobre todo después de la intervención de la serpiente. También es claro que el sexo es muy útil. Porque si no, ¿de dónde diablos salieron Sem, Cam y Jafeth? En todo caso, si uno se guía por las encuestas y por lo que oye en los cafés, parece que el número de practicantes aumenta vertiginosamente. Algo parecido ocurre con el golf.
Por lo tanto, es incomprensible que algo tan viejo y tan utilizado sea a la vez tan desconocido. La historia de los mitos sexuales es también la historia de la ignorancia y la imaginación descabellada. Hay gente que sabe más de mecánica automotriz que de sexo. Por ejemplo, conoce exactamente cuándo hay que usar aceite 40 o cómo quitar el cárter del motor. En cambio, son de aquellos que piensan que si la muchacha salta sobre sus pies al menos cien veces después del coito, jamás quedará embarazada.
Masturbación
El sexo solitario ha sido mirado como la vía más segura para la perdición y el infierno. También se le ha considerado el culpable de severos daños físicos. El doctor Henry Guernsey dijo en 1882: "¡Mira el masturbador habitual! Delgado, pálido y macilento. Apariencia cadavérica. Sus manos son húmedas y frías. Está siempre exhausto" (Plain Talks on Avoided Subjects, 1882).
Ya había recordado yo que un padre agustino que llegó al Colegio de Nuestra Señora en Manizales dijo que la masturbación hacía crecer pelos en la palma de la mano. Y que generaba tumores cerebrales. Un crédulo y aterrado alumno compró una Gillette para su mano.
No pocos de mis amigos creían que los polvos se acababan a los 30 años. De manera que después de cada sesión, salían del cuarto de baño agobiados por una mezcla de dos culpas: el fuego eterno y la sequía seminal precoz. A esto contribuyó García Márquez, quien dijo que "los polvos están contados", algo verdaderamente tenebroso.
Pero miremos la cosa por otro lado. En un manual oficial de la iglesia vaticana sobre cuestiones sexuales, que sustraje de una cajita fuerte de una tía solterona, encontré que si llegase a ser necesario examinar el semen de un enfermo, la única vía permitida por la curia era la extracción directa de los testículos. Nada de maniobras manuales. Algún chistoso me contó que en aquella época, 1950, esa era la técnica utilizada en los hospitales de caridad. ¡Por eso no había esterilidad entre los pobres!

Desfloración
Ese fue el gran mito de nuestra generación. ¿Cómo saber si la chica ya lo había probado?
Por el brillo de los ojos, obviamente. O por la amplitud de las caderas. La prueba reina: si los muslos no cierran totalmente en el punto donde nacen, o sea ahí mismo.
Por el otro lado, si la niña había perdido la virginidad, los padres sostenían invariablemente que la causa no era la que creían algunos malpensantes. Era que había montado en bicicleta de hombre. La barra de las bicicletas de hombre ha sido el principal causante de la desfloración. El asunto es obvio: las bicicletas para mujeres no tienen barra.
Me dicen, no obstante, que un mito sexual también ha contribuido a la desfloración: que la mujer no puede quedar embarazada la primera vez.
 
¿Son las mujeres seres asexuados?
Durante mis primeros años tenía ese convencimiento. La Iglesia contribuyó a eso, porque el Código Canónico para describir un agarrón erótico utilizaba la palabra débito conyugal. Era obvio pensar en algo que se hacía por obligación. Además, agregaba el Vaticano, solo era permitido el placer si su propósito era la procreación. Algo bastante difícil de discernir, sobre todo cuando el clímax ya está en ciernes. A esa fase del coito, mi amigo Ariel la llamaba Las vueltas de Marquitos, en alusión a una pendiente al lado de la finca de Marcos Tamayo en Pueblotapao. Cuando se llegaba a ese sitio, ni siquiera a un Willys 54 le entraba la reversa.
 Pero Chepe había heredado de su padre la colección completa de la obra de Wilhelm Stekel. Leíamos furtivamente, no las abstrusas explicaciones psicoanalíticas, sino los deliciosos casos clínicos. Por la propia confesión de las pacientes, supe que las mujeres tenían sexo. A veces demasiado. John Cowan señaló que "costreñir el corsé impide que la sangre regrese, sobrecarga los órganos sexuales y aumenta la excitación. Los moños que hacen las mujeres con su cabellera inflaman su pequeño cerebro. Es imposible que logren vivir ajenas al desorden sexual" (The science of a new life, 1888).
Esta parece ser una respuesta a William Acton, quien señaló que "la mayoría de las mujeres, para fortuna de ellas, carece de sentimientos sexuales" (Functions and disorders of the reproductive organs, 1858).
Queda en el aire una pregunta: ¿las estrellas porno sienten o no sienten, gozan durante la filmación o es simplemente un trabajo, como el de ser subcontable en General Motors o portero en un condominio de Soacha?
 
Tamaños, posiciones
Cómo calcular el tamaño del asta viril (como decía mi profesor de derecho penal) ha generado más discusión que la vida matrimonial de David Beckham.
Ejemplo: el tamaño del dedo anular, tomado desde su máxima capacidad de doblez hasta la punta, es el mismo tamaño del falo. El resultado suele ser bastante pobre. El diámetro del conjunto agrupado en haz de los dos dedos índices y anulares equivale al grosor del estrolín. La raíz cuadrada del contorno de la muñeca multiplicado por 0,250 es la medida de la corpulencia del pipí. Esta última técnica anticipatoria es la que más usan las mujeres.
Aquí juegan su papel las recetas para el ansiado alargamiento. Isabel Cortés recomendó en 1561 una mezcla de glándulas de codorniz, hormigas de ala ancha, musgo y ámbar. Así lo recuerda John Naish en su artículo del Times. Esta es la receta de sir Richard Burton, en su traducción del Kamasutra: "Frote el pene con filamentos de insectos que habiten en los árboles durante diez noches. Habrá inflamación. Acuéstese en una hamaca que tenga un orificio donde ha de colgar el pene. Ataque el dolor con yerbas. La inflamación durará toda la vida". En tal caso, la resignación es una virtud inagotable. ¡Y preferible!
En cuanto a posiciones, está, de nuevo,  el Kamasutra. Sin embargo, ha perdido novedad porque ahora dizque en los moteles hay unas sillas de ginecólogo que van llevando al practicante novicio por el camino del contorsionismo sin mayor problema.
Dijo Ovidio en su Ars Amatoria: "Si eres pequeño, debes trabajar arriba en la posición del misionero. Si eres muy alto, arrodíllate y dobla tu cabeza hacia el costado". Ahora ya se sabe por qué Augusto condenó al destierro a Ovidio en un desolado paraje del Mar Negro.
El primer manual sexual fue escrito en China mucho antes de Cristo y encontrado hace poco en la provincia de Hunán. "Nuevas" posiciones según este libro: la del tigre ensartado, del mandril agarrador y del pez glotón. Dejo a la iniciativa del lector descifrar alguna de ellas la próxima vez. Obviamente, esto de las posiciones tiene que ver con el inescrutable clítoris. Un amigo me dice que no existe. De la misa tesitura es la afirmación de Podolsky: "El clítoris, aunque importante, no es tan importante como nos han hecho creer" (Sex technique for husband and wife, 1947). ¡Ni hablar del punto G! Un misterio más abstruso que el de la Santísima Trinidad. Quedemos por ahora en que simplemente es un afamado bar de Bogotá.
  Pues bien. Hay mitos para todo. Pero muchos de ellos se ven derogados por la realidad. Wenceslao, un brujo del Sinú, recomendaba para combatir la ranilla de las reses que una mujer se tumbara desnuda en noche de luna en la playa del río. Él recorría las estribaciones de sus labios (los otros) con una pluma de ganso bañada en cierta cocción cuya fórmula era secreta. Una viuda de un ganadero acudió a esta técnica, porque veía cómo su hato se encogía a grandes zancadas. 
Despacito por la orilla
Pa´que salga la ranilla
repetía Wenceslao una y otra vez hasta cuando, mirando al cielo, la viuda le dijo con voz anhelante: 
Por el centro, Wenceslao
¡Manque se muera el ganao!

* * *

¿Al fin que?
Se masturban más los hombres que las mujeres
Según encuestas hechas en los Estados Unidos, en porcentaje se masturban más los hombres, pero sacan mayor placer las mujeres (más orgasmos y más seguidos). La razón es sencilla: culturalmente está mucho más aceptada la masturbación masculina y algunas mujeres aún sienten pena de masturbarse o de confesar que lo hacen. En el Informe Kinsey, uno de los más importantes a nivel de sexo, 92 por ciento de los hombres dijeron que se habían masturbado, mientras solo 62 por ciento de las mujeres lo aceptaron, aunque el 45 por ciento de ellas dijeron haber alcanzado el orgasmo antes de tres minutos.

Depilarse la zona púbica aumentA el placer
La masculina no es muy tradicional, pero una depilación parcial en el tronco del pene tiene un efecto visual: lo hace ver más largo. A algunos hombres, la depilación les recrea la fantasía de estar haciéndolo con una prepúber, lo cual no es desviación sexual (lo sería si se acostaran con una de ellas). Lo cierto es que el vello púbico cumple con la función de proteger los genitales contra bacterias e infecciones y además regula la temperatura, hace que no se enfríen.

se puede tener un orgasmo sin eyacular
Sí. Se da sobre todo en adultos mayores, cuando no hay tanta cantidad de semen produciéndose. En hombres jóvenes se da solo si hay una causa orgánica, como la obstrucción de algún canal. Pero lo normal es que eyaculen.

Tener sexo con burras ayuda a alargar el pene
No. En la Costa es una práctica ancestral que va cargada de muchas creencias falsas. Se cree que incrementa el vigor sexual, pero por lógica no está explicado ni lo uno ni lo otro.

Los negros están mejor dotados que los blancos
Sí. En mediciones hechas en grandes grupos de poblaciones, en promedio el pene de un hombre de color es un centímetro más grande que el de un blanco, y el del blanco es uno más grande que el de un oriental.

Se puede eyacular dentro de una mujer con la menstruación sin riesgo a embarazarla
Riesgo siempre existe, pero es mucho menor que si se hace en el periodo entre las dos menstruaciones (ovulación, del día 10 al 16 del periodo). El espermatozoide puede durar vivo hasta una semana y puede fecundar al óvulo apenas se asome.

Las mujeres pueden tener dos tipos de orgasmo:por la vagina y por el clítoris
Sí. El orgasmo vaginal se da por la estimulación del punto G, que se encuentra dentro, en la pared delantera de la vagina, que está llena de nervios. El clitorideo se da, obviamente, por la estimulación del clítoris y para este no es necesaria la penetración.

Con la edad disminuye el apetito sexual.
Hay altibajos, cierto. En el Informe Kinsey, entre el 15 y el 20 por ciento de los hombres en su adolescencia y en sus veintes dijeron ser capaces de orgasmos múltiples dentro de un período de tiempo limitado. Kinsey dice que los hombres pierden esa capacidad entre los 30 y los 40 años. Pero más importante que los años es el estado anímico. Con depresión y ansiedad disminuye el deseo, con muchos medicamentos también y la gente de edad es la que más consume medicamentos y la que más sufre de estados anímicos alterados.

Una mujer con senos grandes siente más placer en los pezones que una con senos pequeños
Falso. Lo que ocurre es que hay hombres a los que les gustan más los senos grandes y entonces, al verlos, dicen y hacen más cosas durante el coito que están relacionadas con los senos. Las terminaciones nerviosas son las mismas.

El tamaño sí-no importa
No, porque la vagina femenina es un órgano adaptable y con sensibilidad en el tercio externo (unos 3 cm), así que el orgasmo depende sobre todo de la estimulación del clítoris en muchos casos. Y sí, porque, por mucho que las mujeres digan que les importa más sentirse queridas, el tamaño es una cuestión física que no necesariamente indica que tenerlo grande sea bueno (una mujer de vagina estrecha puede experimentar dolor con un pene grande, sobre todo si no lubrica bien). Lo importante es ajustarse a la talla de la pareja para que la fricción sea la justa y necesaria.

El clítoris tiene erecciones
Sí. Es exactamente lo mismo que sucede con el pene. Los vasos sanguíneos se dilatan y reciben más sangre.

Las mujeres eyaculan
No. Los hombres tienden a creer que las mujeres se "vienen" o se "corren" tal y como lo hacen ellos, pero el proceso es diferente. Las mujeres lubrican constantemente y a mayor excitación, mayor lubricación, así que cuando tienen un orgasmo están más mojadas.

El squirting o "eyaculación femenina" indica más placer en la mujer.
No. Los médicos afirman que el famoso squirting es la secreción de sebo de la glándula de Bartholin o de Skene‘s, y que no indica mayor placer que el que puede tener una mujer cuya glándula no produce una cantidad de sebo suficiente como para que experimente el fenómeno.

La masturbación es mala para manejar la eyaculación precoz
Todo lo contrario. Ayuda, porque hay aumento de control. Los pudendos y los sacros son los dos centros nerviosos claves en la eyaculación.

El sexo anal es más placentero para el hombre que para la mujer
Es cierto que el pene siente mayor compresión (el efecto del sexo anal es parecido al de un anillo). Para las mujeres, en cambio, hay un elemento más psicológico que físico, pues de alguna manera genera placer darle gusto a la pareja y sentirse sodomizada, a pesar de que se pueda sentir algo de dolor. Para ambos sexos, lo que en realidad es placentero del sexo anal es la novedad, la variable.

FUENTE: Doctor Álvaro Franco, psiquiatra director de la división de investigaciones y profesor del diplomado en Sexología Médica de la Universidad El Bosque. Doctora Silvia Martínez, ex directora del diplomado en Sexología Médica de la Universidad El Bosque, especialista en psiquiatría. Informe Kinsey. Se acumularon datos del año 1938 al año 1963 con un historial que comprendió 5.300 hombres y 5.940 mujeres, en su mayoría jóvenes y con alguna educación de tipo universitaria.