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5 de abril de 2004

Sexo, pudor y lágrimas

Por: Ana Ïs

Ella se dejó desvestir y, de hecho, hizo unos pasos de striptease mientras se desapuntaba el brasier. El trago no era cualquier aguardiente, sino un whisky medianamente decente. Usted hizo toda la rutina de tipo sensible y atento a sus necesidades. La consintió mucho y se resistió a penetrarla apenas estuvieron desnudos. Se acordó de lo que les oyó decir a sus hermanas: que a ellas les gustan los tipos que se toman su tiempo, que no tienen complejos con su cuerpo, que les dicen cosas bonitas o que les hacen sexo oral sin esperar reciprocidad. Cumplió con todos los consejos que pudo recordar y finalmente la penetró.
Ella lo abraza, le muerde un hombro, gime, le entierra las uñas, debe estar a punto de venirse. Pero cuando usted le mueve la cabeza, se da cuenta de que la malagradecida está hecha un mar de lágrimas. No solo eso: no disimula. "¿Qué te pasa?", le pregunta. Ella mueve la cabeza de un lado a otro, casi sin poder formar una palabra. "Naaadda, tranqhhquilo", contesta mientras se limpia la nariz con el brazo. ¿Por qué lloran las mujeres? No se deje engañar. Las mujeres son complejas, pero no lloran porque sí.
Lloran por emoción. Este es el llanto romántico y más femenino de todos. Ella llora en pleno coito porque sintió algo que nunca antes había sentido. O tal vez en la mitad del acto sexual tiene una revelación: "Este es el hombre de mi vida", piensa. Eso le causa un placer infinito y un miedo enorme. No es capaz de confesarle la verdad porque lo asustaría.
Por dolor físico. Sí, créalo o no el sexo puede ser una tortura. La sensación de placer de la mujer está vinculada a algunas condiciones anatómicas como la forma de la vagina, las dimensiones del pene, el estado de relajación de los músculos, la lubricación. Si ella no tiene ganas y usted insiste hasta que la convence de mala gana, ella puede sentir un dolor cercano al de una violación. Lo más extraño es que para una mujer el sexo puede ser doloroso o placentero con la misma persona según otra cantidad de variables psicológicas.
Por vergüenza, asco, el llanto del arrepentimiento y el pudor repentino. Son lágrimas amargas, de culpa casi religiosa. Ella quiere vestirse rápido e irse. Es común cuando hay infidelidad o cuando se trata de una mujer pudorosa que se dejó llevar a prácticas que superan sus límites morales (trío, orgía, juego de rol en el que tenía que fingir ser una colegiala de nueve años).
Un último tipo de llanto es el de tristeza. El sexo puede traer recuerdos tristes. Por ejemplo, al estar con un extraño ella recuerda a la persona que en realidad ama pero que ya no la quiere. Puede reflexionar sobre los problemas de una relación que está muriendo. En medio del acto cae en la cuenta de que usted ya no la besa o se duerme apenas se viene.
¿Qué hacer? No hay una forma única de responder al llanto del sexo. Usted puede no saber cuál de muchas emociones está viviendo ella. Para empezar, intente eliminar la posibilidad de que le esté jalando el pelo o enterrándole un codo en una costilla. Pregúntele: ¿te duele algo? Si la respuesta es negativa la forma apropiada de actuar dependerá también de a dónde quiera dirigir la relación. Si usted no siente nada parecido a la emoción romántica y no quiere tener ningún tipo de relación con ella, evite entablar un diálogo de corazón abierto. Ofrézcale un pañuelo facial y trate de hacerla reír diciendo alguna bobada: "Cómo te ves de linda cuando lloras: te brillan los ojos". Si, en cambio, usted entiende su llanto, entonces está perdido del enamoramiento. Trate de disfrutar esa sensación tan femenina que cuando es compartida es como un regalo del cielo.
El llanto de vergüenza es más fácil de identificar. Es probable que ella misma le diga que todo fue un error o que se descargue en toda clase de explicaciones. Trate de no hurgar en su vergüenza. No le hable al día siguiente en tono cómplice, no le deje mensajes cariñosos o morbosos, dele tiempo.
El llanto repentino durante el sexo en una relación larga y comprometida puede ser un pésimo agüero. Trate de hablar con ella, sus lágrimas pueden ser un grito de alarma de algo que necesita atención. Si ella no le quiere decir por qué llora a pesar de su insistencia y de la confianza que ya se tienen, es mejor que se prepare para que lo boten en cualquier momento. Si la mujer es virgen o hace mucho tiempo no tiene relaciones, es muy probable que la emoción, el dolor y el pudor confluyan y sienta ganas de llorar. Sea tierno. En ese caso es mejor que no le pida que se desinhiba totalmente y se convierta en dominatriz o colegiala.