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14 de diciembre de 2012

Tetapedia

Sabemos que en cuestión de tetas, los hombres desconocemos mucho. Por eso en esta edición realizamos una completa guía que lo sacará de todas las dudas y lo volverá un experto en el tema.

Por: Ilustraciones: María Jimena Tafur


No podíamos ser inferiores al reto que nosotros mismos nos planteamos: explicarles a nuestros lectores todo, todo lo que habían querido saber sobre las tetas y nunca antes se habían atrevido a preguntar. Más de 50 mujeres se sumaron al esfuerzo sideral de explicar por qué nos bastan esas dos poderosas razones que tienen las mujeres para someternos a su arbitrio.

¿A qué edad les comienzan a salir las tetas y cómo se dan cuenta?

Apreciado lector: si usted fue uno de esos desdichados que sufrieron de piedrilla en la pubertad —esa sensación de tener las tetillas sólidas y a punto de explotar que dolía más que jalarse un pelo de la nariz— puede imaginarse lo que siente una niña cuando le están saliendo tetas. Hay excepciones, pero, en general, ese proceso comienza entre los 11 y los 13 años, y dura poco menos de un año. Suele tener momentos dolorosos porque los pezones tienden a ponerse hipersensibles en un comienzo.

¿Cómo se cuidan las tetas las mujeres?
Pongámoslo de esta manera: se las cuidan mejor de lo que Naren Daryanani se cuida su zona íntima cuando juega fútbol. De por sí, hay cremas humectantes, cremas antiestrías, cojines helados para tonificarlas; muchas hacen ejercicios (¿nunca ha visto a su pareja en posición de saludo de karateca presionando las manos frente de ella) y al menos las más responsables se hacen el autoexamen para detectar si tienen cáncer. SoHo presenta esta serie de elementos de la industria de las tetas para que usted, amigo lector, trate de descifrar qué son y para qué sirven. Infografía de cosas para el cuidado de las tetas

¿Qué es lo más cansón de tener tetas?
El 76 % de las mujeres de una encuesta que SoHo organizó para este especial, y que respondieron 50 mujeres, afirmaron que lo peor de tener tetas es aguantárselas al hacer ejercicio: la saltadera que experimentan cuando trotan, por ejemplo. Otros factores de incomodidad, sobre todo en mujeres de tetamen mayor, son dormir boca abajo (7 %) o no tenerlas del tamaño que quisieran (4 %). El 3 % dice que todo lo anterior, y el porcentaje restante se diluye en respuestas tan diversas y extrañas como aguantar el bamboleo durante el sexo, soportar que los hombres las miren y bailar merengues apretados con tipos que sudan mucho y que no les inspiran confianza. Natalia París dice que ponerse el cinturón de seguridad suele ser incómodo.

¿Por qué y cuándo se les paran los pezones?

Por dos razones básicas: o por excitación sexual o porque sienten frío (“nada más rico que el primer chupetón suave cuando uno las tiene paradas”, dijo una consultada entrecerrando los ojos. Y era bonita). Cuando note que los pezones están bajo el efecto “timbre”, trate de deducir a cuál de esas dos razones obedece la situación: si está en Tunja, por ejemplo, puede que no sea por culpa suya. Pero es que nadie tiene la culpa de estar en Tunja. Pero toda mujer que en una piscina de la caliente Girardot tenga “pezones de timbre”, le está mandando un mensaje de frente: que el agua de la piscina está fría.

¿Cuánto puede pesar una teta?

La teta de una mujer de 1,60 de estatura —o sea una colombiana del promedio— puede pesar entre 150 y 180 gramos, el equivalente a una manzana pequeña. Pero unas tetas grandes, a quienes los lobos llaman “melones”, para seguir con el símil de las frutas, pueden pesar hasta 2 kilos. Estudios indican que las de Sabrina, intérprete de la canción Boys, boys, boys, pesaban 3,7 kilos cada una, lo cual no nos consta. Y que las del doctor Gerlein alcanzan, cuando no están apoyadas en la curul, la impresionante cifra de 8 kilos cada una. Lo cual nos consta.

¿Es verdad que les duele la espalda si son muy grandes?

Sí, pero para que eso suceda se necesita que de verdad sean muy grandes, como las de la misma Sabrina, o muy especiales, como las del expresidente Samper, que aún hoy le causan dolores de espalda. Una mujer de generoso tetamen padece dolores no solo allí, en la espalda, sino especialmente en el cuello. Eso le sucede a la mujer del exnotario Cuello Baute. Sin embargo, hoy por hoy existen brasieres diseñados para soportar cualquier peso, y aun para que el esposo los guinde y se eche una buena siesta. En casos extremos, el peso resulta tan excesivo que las mujeres deben reducirse el tamaño para no tener severos problemas de columna, como los que puede padecer Norma Stitz, la mujer más tetona del mundo, o Hernando Gómez Buendía, cuando era columnista.

¿A qué edad debe una mujer comprar el primer brasier?

A los 11 o 12 años, más o menos, una mujer recibe su primer acostumbrador, que es una suerte de sujetador primerizo, de primer brasier, que a la vista parece como un top. Y decimos “recibe” porque nuestras colaboradoras nos confesaron que, por lo general, se los compran sus mamás, y, para hacerles más ameno el uso de la nueva prenda, los escogen con motivos del gusto adolescente: guitarras eléctricas, patinetas, Jota Mario Valencia, cosas semejantes… La entrega del acostumbrador es todo un ritual, como cuando a uno el papá le regala la primera máquina de afeitar. Ahora bien: a partir de los 14 años, ya casi todas se han desarrollado y tienen sus primeros brasieres beodos, o, dicho de otro modo, de diversas copas.

¿Qué significan el número y la letra en los tamaños de los brasieres?
En resumidas cuentas, el número corresponde a la medida de las costillas y la espalda debajo de las tetas. La letra es la copa, o sea la misma medida pero a la altura del pezón. Suena complicado, y sabemos que no quiere clases de matemáticas, pero si se concentra, toma nota, repasa el Álgebra de Baldor y sigue las siguientes instrucciones, podría entenderlo: tome un metro que esté en pulgadas y mida justo debajo de las tetas de su mujer. Al valor que le dé, súmele 5 y tendrá el número: 32, 34, 36, 38. Ahora vuelva a medirle el contorno, pero a la altura del pezón. La diferencia entre esta medida y la que le dio en la primera operación será la letra de la copa, así: de 0 a 0,5 pulgadas, AA; de 0,5 a 1 pulgada, A; de 1 a 2,5 pulgadas, B; de 2,5 a 3,5 pulgadas, C; de 3,5 a 4,5 pulgadas, D. ¿Por qué en pulgadas y no en centímetros? Porque así son los brasieres, qué podemos hacer. Por si acaso, una pulgada equivale a 2,54 cm.

¿Qué tan frecuente es que se reviente una prótesis?
Nada frecuente. Y tranquilo que, así esté pasado de kilos o sea una real brocha para aproximarse a unas tetas, es muy difícil que el hombre sea el causante de un accidente de ese estilo. Las prótesis están hechas de un material superelástico, y si se rompen antes del vencimiento de la garantía —que suele ser de entre 7 y 10 años— es o porque el médico la perforó durante la operación sin darse cuenta o porque, como pasó en un caso real, la atacó un pez espada. Por cierto, a ella la salvó la silicona, pues si no hubiera sido por esta, el animal le hubiera perforado no un implante sino un pulmón.

¿Es cierto que pueden explotar las prótesis en los aviones?
Puro mito urbano, o aéreo, para ser más exactos. De lo contrario, Carolina Cruz se desplazaría a los reinados de Cartagena en Expreso Bolivariano. En caso de que la cabina del avión se despresurice, es más probable que a usted se le explote el colon o un pulmón antes de que ocurra lo propio con una prótesis mamaria, porque las siliconas son dispositivos blandos que no tienen aire en su interior, a diferencia de algunos órganos de su cuerpo. Y a semejanza de un TransMilenio en hora pico.

¿Todas las tetas operadas tienen cicatrices?
Todavía no se han inventado la forma de meter las prótesis por ninguno de los orificios naturales del cuerpo, llámese boca, nariz u otros que no mencionamos por respeto a usted. O a esa parte del cuerpo. Como sea, lo último en guarachas es que se las introduzcan por el ombligo, donde el rastro de la cicatriz no solo es más pequeño, sino mucho más disimulable. Las cicatrices más comunes son en torno al pezón y en el pliegue de abajo de la teta. Si la operación fue hecha en los años noventa o por Antanas Mockus, la cicatriz suele ser más notoria. Algunas son verdaderas zanjas que atraviesan las tetas en zigzag. Esto, porque en esa época no había mayores avances científicos para implantarlas, y porque pululaban los consultorios que ofrecían operaciones a cualquier precio. Ahora hay más tecnología y mayor rigor para perseguir a las clínicas de taller (ver gráfico).

¿El tamaño de las tetas cambia con los anticonceptivos?

No siempre, pero pasa, aunque no crecen a niveles titánicos. Lo que sucede es que algunas pastillas traen la hormona ciproterona, que hace que las tetas se llenen de agua. ¿Que si molesta? Claro: el dolor de la hinchazón sí puede alcanzar niveles titánicos. Y tetánicos.

¿Es cierto que si las masajean crecen?
No. Y el mismo principio físico aplica para otras partes del cuerpo (no al pipí, que sí crece cuando se masajea). De igual forma, suéltese eso y deje la porquería.

¿Hay mujeres que tienen una más grande que la otra?
Siempre: todas las mujeres tienen la teta derecha más grande. Del lado izquierdo se recuesta el corazón, y esa glándula mamaria es más pequeña y está aproximadamente un centímetro más arriba. Un dato extra: suele ser un tanto bizca la teta izquierda. Y más si es del Polo Democrático. Eso pasa porque el tórax zurdo es más redondo y la teta suele nacer con un pequeño giro hacia la izquierda. Como la gente del Polo.

¿Las tetas se agrandan con el calor?
Por un principio físico que rige todos los tejidos orgánicos, el calor expande la materia y el frío la encoge. Las tetas, sin embargo, no se agrandan con el calor, pero en lugares como Melgar, Carmen de Apicalá y demás pueblos de “tierra caliente”, el pezón sí suele expandirse a veces a niveles solo comparables con la revolución chavista. Aunque nunca se ponen tan rojos. Ni censuran ni expropian a nadie.

¿Les duelen las tetas cuando tienen la regla?
Les duelen y les crecen. “Sí duelen, y mucho” afirma, severa, la hermosa modelo Vanesa Mendoza, una de nuestras consultadas. Esto se debe a que después de haber ovulado, los niveles de estrógeno (la hormona femenina) aumentan y hacen que las tetas, al igual que los borrachos, retengan líquido y se pongan muy sensibles. Así que pilas: tenga en cuenta que unas 48 horas antes de que les llegue están más sensibles anímica y mamariamente, y es mejor que durante ese tiempo tenga tacto. O al revés: ni lo tenga.

¿Qué es una mamografía?

Es un examen de rayos x que se practica en una especie de sanduchera: las mujeres meten las tetas, una por una, en un aparato que las comprime al máximo y les toma una fotografía para detectar cualquier anomalía. Puede ser muy doloroso. Este examen deben hacérselo una vez al año desde los 50, a menos que tengan antecedentes de cáncer u otra condición que exija empezar a revisarlas desde antes.

¿Qué es una mamoplastia?
Es el nombre técnico de la cirugía de las tetas. Hay mamoplastia de aumento, de reducción y de reconstrucción, que es la que se hace cuando una es extirpada por un cáncer.

¿Pueden hacerse una mamografía después de una mamoplastia de aumento?

De poder, se puede, pero no sirve de mucho. La silicona es un material radiopaco, es decir, que los rayos x chocan contra él y es como si se velara la foto: sale blanca. Pero eso no quiere decir que no se puedan revisar. Todo lo contrario: las mujeres tienen que ir al médico con frecuencia para que este les ayude a encontrar, con otros exámenes, si algo anda mal.

¿La teta pierde sensibilidad después de operarse?

Todo depende de la buena mano del cirujano, pues durante la operación se puede desconectar un nervio y generar un corto circuito. Pero, ojo, hay casos en los que, en vez de quedar insensibles, quedan hipersensibles, cual protagonista de novela. Cuando eso sucede, la teta come chasqueando ante una cámara; habla mal de los demás: tiene sexo de noche entre las cobijas con varios compañeros. Por fortuna, a diferencia de los protagonistas de novela, tanto la insensibilidad como la hipersensibilidad tienen remedio: la primera, con una nueva operación, y la segunda, con algunas dosis de complejo B.

¿Es normal que las tetas tengan pelos?

Sí, y el pelo que eventualmente puede crecer en la teta no es pelo como tal: es vello púbico. Suele salir en la areola, en el borde del pezón, y no en bloque: es decir, no hablamos de bosques, sino de árboles aislados: un par de vellos púbicos cerca al pezón y ya. Aunque en algunos países disfrutan de este fenómeno e incluso lo utilizan como novedoso recurso para el aseo dental, sobra decir que el chilindrín de teta está establecido por la ley como causal de ruptura matrimonial con el correspondiente pago de indemnización al varón.

¿Qué es la “teta de gitana”?

Es una expresión que señala aquella teta libre, colgante y de gran tamaño que, al carecer de brasier, pende en el pecho al vaivén de los movimientos de su dueña. Como las gitanas, viaja de lugar en lugar. Nunca se queda quieta. Y tiende a seguir creciendo con el paso del tiempo.


LACTANCIA


¿Por qué una mujer comienza a lactar?
En resumidas cuentas, el cuerpo de la mujer está hecho para poder alimentar a un bebé. Así, poco antes del parto, produce unas hormonas —que no pensamos enumerar para no aburrirlo— que dan la leche. Las glándulas mamarias, a su vez, tienen unos lobulillos que son como un racimo de uvas. Estos se unen por varios conductos que llevan la leche y desembocan en el pezón, y que bien podríamos llamar “la vía láctea”.

¿Qué quiere decir “se me secó la leche”?
¡Adivine! Pues que la teta dejó de producir leche. Dicho fenómeno ocurre cuando la mujer no recibe estímulo del bebé o cuando sufre un impacto psicológico que la altera. Como verle las tetas a Gerlein, por ejemplo.

¿Qué es el calostro?
Calostro no es un sufrido pueblo del Cauca, sino una suerte de simulacro de leche con que la mamá alimenta al bebé durante los primeros días de nacido. Es abundante en proteínas, sodio y potasio, y tiene más defensas que un equipo de fútbol americano, lo cual evita que el bebé se enferme.

¿Cuando una mujer tiene cáncer de seno y pierde una teta, no puede volver a amantar?
Si solamente pierde una teta, puede volver a amantar. Y más hoy en día, porque las operaciones tienden a mantener la mayor cantidad de glándula y tejido mamario. Si pierde las dos, no.

¿Si una mujer tiene las tetas operadas, puede amamantar?

Puede amamantar sin problema: la glándula siempre queda por encima de las prótesis, que incluso se suelen poner por debajo del pectoral. No hay lío por ese lado. Ni por debajo del pectoral.

¿Duele cuando amamantan?
Sí, duele, y a veces mucho: en los casos más severos, el pezón puede sangrar, infectarse, sacar costra, y aun así sigue produciendo leche. Pero lo peor es cuando les da mastitis, infección que inflama la teta, la pone roja y puede producir fiebre... En ese momento, además, la pobre mujer suele sufrir no solo de mastitis sino de mamitis. Así que, hombre, en vez de sufrir y hacer caras de dolor mientras lee esto, entienda por qué las mujeres pueden estar un poquito de mal genio los primeros meses después del parto.

¿Si un niño chupa una teta siempre sale leche o es solo después del embarazo?

Antes del embarazo, a la mujer le sale leche. Después, otro tipo de bebidas, como Pony Malta y hasta vino. Ahora bien: si su hijo estimula con succión la teta de su mamá, esta puede producir leche durante un par de años o más. Hay niños que a los cinco años siguen chupando teta. El doctor Gerlein, para volver al caso, lo ha hecho durante 41 años. Y con la teta del Estado.

¿Puede uno chupar una teta de una mujer que está lactando?

Va en gustos: hay hombres que lo hacen y llevan roscones y arequipe, y se gozan ese momento.

¿Las mujeres que tienen las tetas grandes lactan más?
Las tetas de las mujeres no pueden verse como simples envases de leche materna, de lo contrario, divas díscolas como Paris Hilton exigirían “la finca” a cada uno de sus exnovios. No. No existe ninguna relación directa entre el tamaño de las tetas y la cantidad de leche que producen. Hay grandes tetas que producen poca leche, y al revés: gente plana, como Martina García o Coco, el que salía en Oki Doki, en cuyos pechos puede correr leche abundante.

¿Por qué no pueden tomar licor las mujeres que lactan?
Porque a través del torrente sanguíneo el alcohol se infiltra en la leche materna y la convierte en una suerte de sabajón que el bebé termina ingiriendo con los riesgos que ello implica, como padecer secuelas neuronales o, lo que es igual, lanzarse a la política.

¿Hay una edad límite para dejar de lactar?
Lo correcto es darle leche al bebé los primeros seis meses, cuando más la necesita: de ahí en adelante, el asunto es casi pedofilia, casi incesto. Señor padre: después de la excesiva frontera de los ocho meses, compre leche en polvo y no se ahorre esa platica. Señora madre: esconda ese seno que lucía con orgullo en el bus, en el centro comercial, en el parque, y permita que la teta recupere su dimensión erótica al año de parir.


CÁNCER


Cuando les da cáncer, ¿cómo lo descubren?
Normalmente lo descubren por el autoexamen, que muchas mujeres, a pesar de las campañas de divulgación, todavía no saben hacérselo (ver recuadro). Es importante que se miren las tetas con cuidado para cerciorarse de que estén simétricas, de que el pezón no esté invertido, de que no haya piel roja. También es clave que se las toquen por todos lados, hasta las axilas, para buscar cualquier bola o formación rara. En últimas, que no haya nada nuevo, ninguna sorpresa que amerite una visita de urgencia al médico.

¿Los tumores duelen?
No siempre, por eso insistimos una y mil veces: es importantísimo que las mujeres se hagan el autoexamen y, ojo, que sus novios o esposos estén pendientes también. Porque el cáncer de seno es un cáncer que padece toda la familia, y los hombres tenemos la responsabilidad de promover la detección temprana.

¿Cuando pierden una por el cáncer, les da síndrome de amputado, es decir, sienten que la tienen sin tenerla?
El síndrome del amputado o del miembro fantasma no es muy común después de perder una teta, pero puede pasar. Sobre todo si durante la operación le cortan un nervio que está entre la axila y la base del cuello que se llama el plexo braquial.

¿Cómo se combate el cáncer de seno?

Hay diferentes formas de tratarlo, pero depende de qué tan avanzado esté. La cirugía es esencial: hay que resecar el tumor y quitar la masa. También hacer sesiones de radioterapia y quimioterapia, que varían según el caso. Ahora hay otro tratamiento que inhibe el crecimiento de las células mamarias. Es un procedimiento hormonal a largo plazo, que puede durar hasta cinco años, pero funciona bastante bien. Un acompañamiento psicológico profesional y un buen estado de ánimo son trascendentales durante todo el proceso.

¿Cómo quedan las tetas reconstruidas?
En este momento, la última moda es la cirugía oncoplástica, en la que el cirujano plástico trabaja de la mano con el oncólogo, que es el experto en cáncer. Hay casos en que se quita toda la glándula mamaria y se reconstruye inmediatamente, ya sea con colgajos de los músculos abdominales o de la espalda, o usando las clásicas prótesis (ver recuadro). Aunque hoy en día se trata de mantener la mayoría de la teta original, hay mujeres que pierden el pezón y se lo mandan a tatuar.

¿A los hombres nos da cáncer de seno?

Sí, los hombres tenemos glándulas mamarias, aunque mucho más chiquitas. No es frecuente, pero el problema es que normalmente se detecta ya muy avanzado.

¿Entonces debemos hacernos el autoexamen?

Por lo general no el de próstata, pero no sobra tocarse los pectorales y las axilas de vez en cuando y, en caso de sentir algo extraño, ir al médico para salir de dudas.


PROTOCOLO CON LAS TETAS


¿A qué número de cita se puede coger una teta?
Las tetas no son una ciencia exacta, no son un asunto matemático, pero la encuesta elaborada por SoHo sirve de guía: el 62 %? dice que después del tercer beso en la boca; el 21 %, a partir del cuarto encuentro salivar; el 11 % pide abstenerse hasta que haya sexo como tal. Sin embargo, todas —o casi todas— matizaron: el factor regla puede postergar el momento. Y el factor trago también: 13 de las mujeres consultadas dicen que el trago puede desinhibir las barreras que impiden tocar las tetas, y dentro de esas barreras incluyen a Roy. Algunas consideran que, para dejar cogérselas, los martinis tienen igual proporción que las tetas: uno es muy poquito, tres pueden ser demasiados. Sin embargo: nunca coja una teta con el codo y nunca pregunte antes de coger una teta: no sea ídem. Lea el momento. O lea el libro de Baldor, al menos, que es otra manera de aproximarse a la teta. Y al coseno.

¿Cuál es la principal torpeza de los hombres frente a las tetas?

71 %: la brusquedad (“no son de goma”, afirmó una encuestada; “las tratan como si fueran pelotas antiestrés”, dijo otra; “la máxima en general es que es mejor suave que duro, y muchos hombres creen equivocadamente que mientras más duro, más excitante”, enseñó una más; “es una zona muy vascularizada y son un poco bruscos” dijo la modelo Johana Uribe). El 29 % restante se quejó del manejo que el hombre le da a la teta durante el sexo oral (“las chupan como si fueran pitillos”), dijo una; “mordisquearlas no es morderlas y muchas veces los dientes nos destemplan”, advirtió otra; “lo que hagan mal en el pezón nos produce lo mismo que cuando una tiza chirría en un tablero”). Consejos: en vez de tocar, acariciar. En vez de morder, besar. Ante la inseguridad, abstenerse. Y practicar antes contra un tablero. O con una tiza.

¿Debe uno pedir permiso para coger las tetas?
Ya lo dijimos, pero preferimos ser insistentes: en el manual de urbanidad y buenas maneras de Carreño (Juan Andrés Carreño, quien fue comisionado de TV) se lee que un hombre de bien nunca debe pedir permiso para palpar el busto femenino, y menos referirse a este con la palabra busto. Tampoco a Carreño. Nunca, por el mártir San Mamés, pida permiso a una mujer para darle un beso, cogerle la mano, rozarle una teta... Tampoco mande el codo, como si fuera sin culpa: el codo, entiéndalo bien, no sirve como escuadrón de avanzada. Sea cortés, lea los mensajes ocultos de la coquetería, no se acelere. Y, no importa la circunstancia, si le dicen que no, pues es no. Eso también lo dice el manual de Carreño.


LA SENSIBILIDAD DE LA TETA

¿Cómo se debe tocar una teta?
Primero: no se agarre a ella como un arquero a un balón que acaba de tapar. Sea suave, delicado, presione en los momentos de más calentura, pero no se pase de fuerza. Y ojo: no aruñe. Segundo: no se obsesione con las tetas. Que sean importantes a la hora del sexo —sobre todo en el pre— no significa que deba colgarse de ellas durante horas y olvidarse de que las mujeres tienen otros puntos sensibles, acariciables e indispensables como la espalda, el cuello o, incluso, la cartera.

¿Deben morderse las tetas?
Como a los hombres nos tienen que decir las cosas más de una vez para que entendamos, le repetimos que el primer gran colorario a este respecto es: “Más vale lamer que morder”, a menos que uno sea el exconcejal embolador, en cuyo caso da lo mismo lo que haga. Es difícil dictar cátedra sobre el asunto de morder las tetas porque es un gusto 100 % subjetivo: hay mujeres a las que les impresiona y otras a las que les gusta que les muerdan las tetas. Depende de la zona geográfica. En África, por ejemplo, hay tribus caníbales que no solo buscan morder las tetas, sino que, incluso, se las comen. Y con bocadillo. Sin embargo, a quienes les disgusta que les mordisqueen las tetas, les disgusta de verdad: les produce una sensación destemplativa horrible. En conclusión: no lo haga sin la confianza de preguntar si a la mujer le gusta. Puede salirle mal. Y en caso de lanzarse, sea gradual, lento, indague a punta de ensayo y error, que lo peor que le puede pasar es que lo rechacen las mujeres y termine en la Real Academia, pero de la lengua.

¿En qué parte de la teta sienten más?
Entendamos el pezón como capital: el?100 % de las mujeres consultadas respondió que la zona en que más placer sienten es allá, en pleno down town, donde está la plaza y la alcaldía, aunque no necesariamente la de Gustavo Petro. No pierda el tiempo en Chía o aledaños, a menos de que se esté yendo al Amazonas por carretera. Un consejo: si consiente al pezón sin excesos, puede ser excitante, pero, como ya es una constante en esta investigación, mientras menos rudo, mejor: consentir no es espichar, y el pezón merece suavidad y consideración. Como el alcalde Petro.

¿Las tetas cambian con la raza?

Cada raza tiene características físicas diferentes, como es obvio, pero, en términos de tetas, lo único que cambia con las razas es la coloración de los pezones, si bien las orientales, además, suelen tener pezones respingados y areolas más pequeñas.

¿Las tetas cambian con la edad?
Sí, se vuelven más maduras, más reposadas, más calmadas y más seguras de sí mismas.

¿Qué sale en Google cuando uno pone la palabra teta?
1.
Como era de esperarse, lo primero que aparece es Wikipedia. Ahí no va a encontrar una definición de teta, sino de palabras relacionadas como mama, glándula mamaria, pezón, ubre o, finalmente, a la letra griega zeta.
2. Primer video que le aconsejamos no ver, si no quiere perder 7 minutos y 35 segundos de su vida: se titula Desafío 2010 se le salió una teta a la costeña y es una escena de un reality en el que, efectivamente, medio se le sale una teta a una vieja después de varios minutos. Lamentable. No se le ve nada.
3. Segundo video que le aconsejamos no ver, si no quiere perder 6 minutos y 29 segundos de su vida: es todavía peor, por no decir engañoso, porque se llama Descuido si se le sale una teta, pero aparece una vieja en brasier a la que nunca se le sale nada.
4. Un blog que se llama “La teta feliz”, que ya no es feliz porque lo hackearon, por lo que lo único que dice es eso: que ya no hay más teta feliz.
5. La definición del diccionario en línea wordreference.com: “f. anat. Cada uno de los órganos glandulosos que tienen los mamíferos en número par y sirven en las hembras para la secreción de la leche”.

¿Cómo pueden reconocerse unas tetas operadas?

Suelen ser rígidas ante el movimiento, duras al tacto y redondas: en vez de parecer una gota de agua, con caída natural, pueden lucir como balones de básquet que salen desde el tórax y que, incluso, a veces rebotan contra el piso. Vale decir, de todos modos, que la ciencia ha avanzado y que hoy por hoy es difícil saber cuándo una mujer tiene operadas las tetas, y no solo una, sino hasta dos veces, porque en muchas ocasiones se requiere la intervención de un oftalmólogo que ayude a que no queden bizcas, cosa que no tiene nada de malo y por lo cual nadie se la va a montar a nadie, por favor. Respetémoslas. Ahora bien, como se planteó en diversos foros de la pasada Cumbre de las Américas, la gran duda es: ¿quedan tetas naturales en la farándula colombiana? Muy pocas, lamentablemente. Ya las tetas no son como antes, qué tristeza. Naturales quedan si acaso las de Lady Noriega y dos o tres más (también en el cuerpo de ella, porque al parecer tiene cinco, lo que no nos consta y que debe ser falso. O en plural: que deben ser falsas).

¿Cómo se puede elogiar una teta sin ser lobo?

Es permitido: “Me fascinan tus tetas, mamita”. En caso, claro, de que quien lo diga esté hablando con su mamá. Lo cual no sería lobo, pero sí extraño. No es permitido: elogiar una teta de cualquier otra forma.

¿Hay algo más por aprender de las tetas?
Claro que sí: la teta es todo un universo cambiante del cual nunca sabremos suficiente. Aún hoy, después de este gran especial, quedan múltiples dudas por resolver: ¿la teta nace o se hace? Si se hace, ¿qué se hace, dónde se mete? ¿La teta es loba para el hombre o nace buena pero la sociedad la corrompe? Son tantas y tantas dudas que no conseguimos resolverlas en esta única entrega. Por eso, nuestro consejo es que siga leyendo SoHo todo el próximo año para que siga observando ejemplos que en el futuro le pueden ayudar.