16 de noviembre de 2004

A Colombia le llegó la hora

Vuelve el reloj Colombia, ahora con un diseño que recuerda los aparatos que usa la milicia. Son 6.000 ejemplares, en edición limitada, cuyo producido va directo a becas para los soldados colombianos.

No es fácil ser soldado en Colombia. Los minutos parecen horas y las horas se sienten en la piel, en el alma. Su intranquilidad permanente es el precio que pagan nuestros militares para que los demás vivamos tranquilos. Consciente de ese sacrificio, la marca suiza Ravel decidió hacerles un homenaje y lanzar el ya célebre reloj Colombia. La primera edición de 3.000 ejemplares, que todos recordamos por su pulsera con los colores patrios, se agotó rápidamente y sirvió para que varios soldados recibieran becas completas de estudios superiores.
Cuando se trata de respaldar a nuestros combatientes, segundas partes siempre resultan buenas. Ahora en la segunda edición se duplicó el número de relojes a 6.000 y se aumentaron a treinta las becas que se entregarán a soldados discapacitados y profesionales.
El nuevo reloj Colombia cuenta con un bisel giratorio en el que están impresas las siglas de las Fuerzas Militares, una correa de caucho negro, manecillas fosforescentes, calendario, hora militar y, sobre el tablero negro, nuestra bandera. No hay excusa que valga para no tenerlo: es exclusivo, moderno, patriótico, solidario y de colección. A buena hora alguien se acuerda de los soldados colombianos.