9 de marzo de 2005

Cine

Cine

Por: Alejandro Romero

Tiempo de volver
Definición: comedia de iniciación que consigue escapar del cinismo.
La historia: el adormecido Andrew Largeman (Zach Braff), aspirante a actor que trabaja como mesero y se pasa todo el día anestesiado por culpa de los calmantes que toma, viaja de Los Ángeles a Nueva Jersey para asistir al funeral de su madre. No, no está dispuesto a resolver la extraña relación que tiene con su padre (Ian Holm), a recuperar la amistad del decadente Mark (Peter Sarsgaard) o a enamorarse de una mujer que no parece controlar del todo sus emociones (Natalie Portman): sólo quiere que todo se acabe muy pronto.
Qué es: una obra con un inesperado sentido del humor, la ópera prima autobiográfica del actor Zach Braff, que nos vuelve a probar que el mejor cine estadounidense es el cine independiente.
Zoom a: la buena actuación, a la Diane Keaton en Annie Hall, de la renovada Natalie Portman.
Es cierto: Braff le envió el guión a los actores con copia de las canciones que irían en las escenas determinantes: eligió para el clímax del relato una canción de Paul Simon, The Only Living Boy In New York, como homenaje al trabajo del músico norteamericano en El graduado.